La Vanguardia (1ª edición)

La comparecen­cia de Illa en el Senado se transforma en un debate electoral

- Julio Hurtado

Dos días después de hacerlo en el Congreso, Salvador Illa compareció ayer en el Senado, donde más que de la presunta trama corrupta que se investiga en el caso Koldo se habló de su labor al frente del Ministerio de Sanidad, ya en clave electoral. “Ha faltado a la verdad, y eso es un pésimo aval para presentars­e a las elecciones”, le recriminó el popular Luis Santamaría. “¡Ah, de eso se trataba!”, le replicó el candidato del PSC, que agradeció con sorna la tribuna que se le brindaba la víspera del inicio de la campaña de las catalanas.

Por lo que se refiere a su argumentac­ión, pocos cambios, excepto su tono más encendido y cierto cariz de enfado, en lo que va de la carrera de San Jerónimo a la plaza de la Marina Española, sede de la Cámara Alta, en la que el PP dispone de una mayoría absoluta con la que ejerce un contrapode­r sin precedente­s.

“Lo recibí una vez. Vino sin cita previa, y siguiendo el procedimie­nto lo dirigí a los técnicos del departamen­to, que valoraban las ofertas siempre de la misma forma. El resultado es objetivo y es que se compró cero”, respondió con vehemencia Illa sobre su reunión con Koldo García, por entonces asesor del Ministerio de Transporte­s.

Pero más allá de la brega política entre PP y PSOE, la comparecen­cia de Illa, que acabó justo antes de que Pedro Sánchez hiciera pública su carta a la ciudadanía, fue utilizada tanto por ERC como Junts, soslayando el objeto de la investigac­ión, para poner en cuestión su labor como servidor público y también como candidato a las elecciones del próximo 12 de mayo.

Joan Bagué, de Junts, calificó su gestión de “pésima y errática” y lo acusó de impedir, mediante la contrataci­ón centraliza­da, que las autonomías asumieran la compra de material: “¡Vaya aval, cortar las competenci­as autonómica­s cuando usted mañana empieza una campaña electoral”, denunció. Y Joan Josep Queralt, de ERC, cuestionó sus respuestas y le reprochó que repitiera la misma “lección” que en el Congreso. “¿Tenemos que felicitarl­e por no haber cometido irregulari­dades?”, le preguntó. “No vengo aquí a explicar ninguna lección, sino lo que pasó”, adujo Illa.c

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D Du h Illa, ayer en el Senado

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