Daniel Sancho, el empobrecedor
El abogado de la familia Arrieta declara el desamparo de esta tras el crimen
El abogado Juan Gonzalo Ospina podría haberle buscado la cara a Daniel Sancho ayer en Samui. Pero su declaración se enfocó en el bolsillo, por estrategia propia y requerimiento judicial.
El representante de la familia de Edwin Arrieta acudió ayer como testigo al tribunal provincial donde se juzga la muerte violenta de este en agosto pasado. Ospina lo hizo a petición de los dos letrados tailandeses a los que él mismo contrató como acusación.
Algo que ha merecido una explicación: “No vengo como abogado, sino como persona de confianza, para explicar quién era Edwin”. Y sobre todo, “la situación de desamparo en que han quedado sus padres, a los que ni siquiera se ha podido contar toda la verdad”.
“Voy a aportar declaraciones de la renta, de ingresos y de empleados en sus clínicas de Colombia y Chile”, dijo Ospina antes de entrar. “Me han preguntado hasta por el precio de su tumba”, exclamó al salir.
Según el abogado, la convicción de los padres es que “Daniel Sancho quiso acabar con la vida de su hijo de forma preconcebida”
y “quieren que se haga justicia”. Aunque buscan reparación, no venganza. Concretamente, “410.000 euros”. La negativa de la otra parte a discutir cualquier indemnización no hace m·s que “aumentar el dolor”, según Ospina. Aunque no lo explicita, se trataría en parte de restituir dinero invertido por la víctima en negocios de su joven amigo.
La instrucción y las declaraciones han ido acotando qué pasó, cómo, dónde y cu·ndo. Queda el porqué. Por qué Sancho agredió aquella noche a su protector colombiano con resultados mortales. Y en segundo lugar, por qué procedió a descuartizarlo si se trató de “un accidente”.
Aunque la declaración de hoy es, finalmente, la de Daniel Sancho, Ospina se muestra escéptico ante este corresponsal: “Yo creo que el porqué no lo va a decir. Pero por informaciones muy cercanas, estoy convencido de que est· el móvil económico”, afirma. “Daniel Sancho quería venir a Koh Phangan para acabar con la vida de Arrieta y pasar desapercibido. Sin embargo, sus planes se vieron truncados por una hermana preocupada, una embajadora de Colombia y todos los errores que han llevado a su detención, como tirar la bolsa de basura con los genitales al basurero”.
En privado, no obstante, los abogados tailandeses contratados por Ospina expresan que hay algunas dificultades para probar la premeditación.
En cualquier caso, el abogado español de los Arrieta lamenta que “Daniel Sancho aún no haya pedido perdón”. Algo matizado por el abogado tailandés de este. “Daniel ha expresado remordimiento por la muerte de su amigo”.
Hoy llega la esperada declaración de Daniel Sancho, que ayer no dijo esta boca es mía. Al mediodía, quedaba claro que Ospina había dejado pasar la oportunidad de buscarle la cara a Daniel Sancho, gran aficionado a la lucha tailandesa. Nunca tuvo la m·s mínima intención de noquearlo.c