Una colecta de barrio permite a El Lokal permanecer en el Raval
Una improvisada colecta de andar por casa hecha en apenas cinco días permitirá a la asociación de activistas con forma de librería de El Lokal hacerse con la propiedad de los bajos donde se encuentran de toda la vida y permanecer así en el Raval. En realidad esta historia es una versión un tanto desedulcorada y en plan Ciutat Vella de la película Qué bello es vivir.
Iñaki García, histórica cabeza visible de este establecimiento, de esta entidad que en verdad aglutina a un centenar de vecinos muy aguerridos, no lo veía muy claro, ni se imaginaba que a la postre fuera a resultar tan sencillo. Como James Stewart y George Bailey. “El propietario del local no quería renovar el contrato –relata García–, pero nosotros podíamos ejercer nuestro derecho de tanteo y retracto, pero la cantidad era considerable...”.
El Lokal se dedica básicamente a vender libros, discos, camisetas y demás enseres muy alternativos, y también a prestar generadores eléctricos, material de cocina y otros utensilios a cualquiera que los pueda necesitar... y además acostumbra a involucrarse en las luchas vecinales del Raval, que no son pocas y que encima nunca encuentran un punto final (especulación, narcopisos, suciedad...). De modo que El Lokal tiene mucho más amigos de lo que el propio García se imaginaba. “Al final como 500 personas en apenas cinco días se implicaron, y con lo que nos prestó una cooperativa tenemos ya lo mínimo... yo no tengo palabras ¡esta semana firmamos!”. Y si todo va bien, luego reformarán el local, que buena falta le hacen.c