Fallecen cuatro españoles en un accidente de tráfico en India
Los muertos, todos andaluces, colaboraban con la Fundación Vicente Ferrer
Las víctimas son vecinos de Ronda (Málaga) vinculados con un centro de yoga y meditación
Habían salido a las 5 de la mañana de Anantapur, donde la Fundación Vicente Ferrer tiene su campus para colaborar con la población más desfavorecida de Andhra Pradesh, y se dirigían hacia el sur de India para continuar con su viaje en el estado de Tamil Nadu. Eran un grupo de 13 andaluces que desde hace cuatro o cinco años visitaban cada verano las actividades de la oenegé, de la que eran colaboradores o padrinos, y con la que mantenían una estrecha relación.
Pero sus días alrededor de India, esta vez, quedaron truncados. Habían recorrido unos 200 kilómetros en un minibús que habían alquilado de forma privada cuando un camión les embistió a las 10 de la mañana por razones desconocidas en un aparatoso accidente de tráfico a la altura de Punganur, en el sudeste del país.
En la colisión perecieron cuatro miembros del grupo español y el conductor, que era indio. Otros nueve viajeros resultaron heridos de diversa consideración. Un portavoz de Exteriores aseguró no poder informar oficialmente todavía sobre su estado, pero según fuentes de la fundación, dos de ellos estarían graves y fueron trasladados al hospital Columbia Asia de Bangalore –uno de los más modernos del país– con un traumatismo craneal. El conductor del camión fue detenido por la policía local.
“Nos ha dejado a todos como si nos hubieran sacado la energía interna”, declaró ayer visiblemente conmocionado Jordi Folgado, el director de la Fundación Vicente Ferrer, en la sede principal de la organización en Barcelona. Su presidenta, Anna Ferrer, se trasladó hasta el centro médico e informó de que incluso los dos heridos más críticos estaban conscientes. “Me han dicho que están hablando”, explicó a Efe la viuda de Vicente Ferrer. Anoche, cinco habían salido ya del hospital y cuatro seguían ingresados a la espera de su evolución.
Todos los afectados eran vecinos de Ronda (Málaga), excepto uno de los fallecidos, Francisco Pedrosa, que era de la localidad granadina de Vélez de Benaudalla. El resto de las víctimas mortales son Josefa Morán, Vicente Pérez y María Nieves López, de entre 30 y 50 años.
Según contó Folgado, el grupo estaba tan unido a la Fundación Vicente Ferrer que cuando iba a Ronda se quedaba a pasar la noche en sus casas. Como 2.000 españoles cada año, el grupo de andaluces había volado a India para seguir de cerca los programas con los que contribuían, como el de apadrinamiento de niños o “De mujer a mujer”, que apoya a las castas más desfavorecidas de Anantapur. El viaje lo había organizado el Centro Baba de Ronda, centrado en actividades como el yoga o la meditación, pero que también ejerce una labor social. Hace poco, su director, Vicente Pérez –una de las víctimas mortales– había anunciado en su Facebook que iban a “romper la hucha” para su proyecto solidario “Los niños de la montaña”, destinado a huérfanos de India. En el Centro Baba dijeron estar “rotos de dolor”. “Sólo nos queda el mínimo consuelo de que Vicente estaba donde quería estar, haciendo lo que le ha movido desde siempre, desde su mayor deseo”, dijo la familia Pérez de forma pública.
El cónsul español en Bombay se trasladó ayer a Bangalore para prestar asistencia a los heridos y a sus familiares, que estaba previsto que se trasladaran a India en el mínimo tiempo posible. La oenegé también envió su equipo de médicos, enfermeros y ambulancias al lugar del siniestro y puso sus instalaciones a la disposición de los afectados. Cinco psicólogos se trasladaron a Ronda, que ha decretado tres días de luto, para atender a las familias. También expresaron su dolor y consternación el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy; la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, y la Casa Real, entre otras autoridades.
“Cuando una persona cercana fallece lo sentimos mucho, pero cuando lo hace una de estas personas que dedican sus energías a luchar por un mundo mejor... nos dejan a todos sin habla”, concluyó Jordi Folgado. Las carreteras indias son unas de las más mortíferas del mundo, con 150.000 fallecidos cada año.