Pera Tantiñà
LA FURA DELS BAUS
Una espectacular red humana formada en el aire por una cincuentena de voluntarios e ideada por Pera Tantiñà, de La Fura dels Baus, fue la encargada de abrir anoche la nueva edición del festival White Summer de Pals.
La espectacularidad se impuso ayer en la masía Mas Gelabert. El macroespectáculo de la Fura dels Baus Xarxa humana, que ha recorrido ya más de medio centenar de escenarios en todo el mundo, hizo ayer un alto en el Baix Empordà. El montaje, formado por la fusión de una cincuentena de voluntarios locales suspendidos en el aire y unidos los unos con los otros formando coreografías, fue el encargado de dar el pistoletazo de salida al festival White Summer, cita ineludible del verano en la Costa Brava, que en el día de su inauguración reunió a más de 5.000 visitantes. “Un éxito”, según sus organizadores.
Entre los protagonistas de este trabajo artístico, emocionante y cautivador, que encandiló al público asistente por su fuerza, participaron miembros de la asociación El Trampolí, entidad dedicada a personas con discapacidad psíquica de La Bisbal d’Empordà.
Uno de los que formaban parte de este entramado humano, Xavier Falet, destacó antes de la función sus ganas de poder contemplar “desde las alturas las islas Medes y el mar, así como la plana del Empordà”. Tierra que tras dar inicio a una nueva edición del festival, que finalizará el 27 de agosto precisamente con otra actuación de La Fura dels Baus, será punto de encuentro de miles y miles de visitantes.
Carpas decoradas con sus luces, comercios de autor, una zona de foodtrucks, talleres infantiles, conferencias, espectáculos itinerantes y actuaciones musicales de artistas emergentes y otros consolidados se dan cita en este recinto que invita a pasear, degustar productos autóctonos o simplemente perderse para darse un respiro.
La prioridad de esta edición es dar cobertura al público familiar y también infantil. “Ofrecemos una amplia oferta con espectáculos de circo, teatro, magia, entre otros”, destacó la responsable de contenidos y coordinadora de redes sociales, Mireia Madroñero. Los hermanos Genís y Pere, de 6 y 4 años, respectivamente, aprendieron ayer a hacer pan en uno de los stands de productos artesanos de la mano de David Olaria y su tienda Pa Artesà. “Es muy divertido”, exclamó Genís.
En otra parte de este paraje de las Serres de Pals, tiendas como la de Lucía Badrinas, de Lux & Cia, que es la quinta vez que asiste al White Summer, atendían las ventas de sus artículos, entre los que se encuentran ropa y complementos. “Hay una selección exclusiva de últimas tendencias. Visto a blogueras y la tienda tiene más de 12.000 seguidores en Instagram”, precisó la responsable de este comercio.
Por el escenario pasarán hoy los Howlin’ Dogs y mañana será el turno de Black Music Big Band y Aster. Pero a lo largo de los 23 días de festival se han programado un centenar de actuaciones, entre las que destacan Halldor Mar, Pavvla, Pribiz, Yiyo y Tete, Sofia Ellar, Vieux Farka Touré, La Iaia, Los Mambo Jambo, Clarence Bekker, The Sey Sisters o el coro vocal In Crescendo, entre muchos otros.
Para los paladares más exigentes, el certamen, conocido por ser “experiencia de experiencias” y por el que el año pasado pasaron más de 130.000 personas, puso en marcha ayer la anunciada triple novedad gastronómica: una zona dedicada a los vinos del Empordà y a otros productos del territorio, así como la iniciativa del White Summer Tast, una plataforma gastronómica para chefs prometedores.
White Summer, que alarga el horario (abre una hora antes, de las 17.00 h a la 1.00 h), completa su paleta de colores con propuestas de arte como la exposición Consciències naturals con una decena de artistas como Tatiana Blanqué, su comisaria, y conferencias de la mano de escritores, psicólogos y expertos en cocina saludable como Salvador Esteban, Katia Walls y Miri-Pérez Cabrero. Un sinfín de propuestas que animan sin duda a repetir. Como a Gemma y sus amigos, que han venido expresamente desde Cardedeu y, tras su primera visita al festival, ya piensan en volver. “Hemos comprado, comido... Hay mucha variedad. Y un buen ambiente para repetir”, destaca emocionada.
Actuaciones, talleres infantiles, arte y gastronomía son parte de la gran oferta de esta cita veraniega