Un colombiano con aire escocés
Álvaro Hodeg se impone en el sprint de Calella y estrena el nuevo maillot de líder
El colombiano Álvaro Hodeg, con origen escocés y apellido mal registrado, es el primer líder de una Volta a Catalunya que se decidió al sprint en su acto inicial, como era de prever. Hodeg, con cara de niño y la ilusión de los 21 años, se impuso con claridad, a pesar del trabajo del Bora –que buscaba el triunfo entre Bennett y McCarthy– y los problemas que este nuevo valor del Quick Step sufrió en la subida a Collsacreu. “Sabía que la clave era ir por delante en esta dificultad –explicó–, pero no he podido. Me he quedado descolgado del todo”. Pero su equipo confiaba en las posibilidades del nuevo velocista y lo recuperó entre el descenso y la aproximación a la meta. Allí, el trabajo de Jungels y Narváez primero y el empuje final del danés Morkov en “el embalaje”, como dicen los colombianos, hicieron el resto.
Hodeg remató la jugada con total dominio de la situación. “Una victoria en el World Tour, casi no me lo creo”, decía emocionado en las primeras declaraciones en la llegada de Calella.
El primer líder de la Volta a Catalunya tiene antepasados escoceses, por parte de padre, y libaneses, por parte de madre. Su segundo apellido es Chagui. Pero lo curioso del caso es que en realidad el antepasado escocés que dejó Europa después de la Segunda Guerra Mundial para buscarse la vida se llamaba Hodge. Y él mismo, cuando le piden como se debe pronunciar su apellido, dice Hodge. Pero el error del registro, como ha pasado en tantos y tantos apellidos catalanes, se mantiene intacto.
Vive entre Medellín y Bélgica, donde se instala cuando llega su temporada ciclista. El Quick Step es un equipo pensado para las grandes clásicas y Hodeg tiene especialmente una entre ceja y ceja: la París-Roubaix. “Algún día quiero estar ahí en el momento de la verdad, en el momento que se juega la victoria”, explica con sencillez e ilusión en la mirada. Nieto de ganaderos, domina los caballos como la bicicleta. Amante del deporte, una lesión de rodilla lo apartó del fútbol y le abrió la puerta del otro caballo, el de metal.
“El equipo lo ha dado todo por mí, no podía fallar”, decía en la meta de Calella. Y lo explicaba con una expresión bien genuina: “Me dejaron la mesa servida”. No desperdició la ocasión de presentar su nombre en la alta sociedad del World Tour.
En su carrera profesional Hodeg ya lucía una victoria de etapa en el Tour del Porvenir y este año se había estrenado en una prueba belga. Al sprint, evidentemente, pero es lo que sabe hacer y no piensa
ERRORES QUE PERDURAN En realidad su antepasado se llamaba Hodge, pero le registraron mal el apellido y así quedó
en nada más. Si ayer se quedaba en el alto de Collsacreu...
Con respecto al debut de la Volta con ASO, ayer se notaron cambios, pero la mayoría eran perceptibles de puertas adentro. Hay una nueva torre de meta, una vez la empresa francesa ha apartado aquellos arcos inflables de mal recuerdo en el Tour. Hay un nuevo y amplio espacio para la entrevista de urgencia al vencedor, vital para las televisiones internacionales. Toda la zona de llegada tiene una vigilancia cuidadosa y detallista de la gente de ASO, que quiere ofrecer la máxima visibilidad a las empresas patrocinadoras. La realización de las imágenes del directo han cambiado de manos y ha pasado a equipos más expertos. Incluso la línea de meta de Calella se situó unos pocos metros antes de lo que era habitual en años anteriores, y de esta manera la proyección de la recta de llegada era más extensa. Son pequeños avances que muestran, también, que todavía queda mucho camino por recorrer.
EL ESTILO Es un velocista puro, que sueña con la Roubaix y se queda descolgado incluso en el alto de Collsacreu