Viaje sin rumbo

Me han entristecido las imágenes del panel del Parlament con el resultado de la votación de la propuesta independentista, una mitad con botones verdes y la otra rojos. Me entristece que nuestros representantes repitan insistentemente que esta resolución está legitimada por un mandato masivo y mayoritario de los ciudadanos, porque saben que no es así, y que no superan el 48% de los votos.

Me entristece que quienes nos abocan a la aventura independentista, hacia un viaje de resultado incierto, digan que lo hacen por dignidad democrática, como si los que estamos en el 52% restante no fuéramos demócratas.

Me entristece que en los dis- cursos se repita que en el proyecto independentista tiene cabida todo el mundo, cuando han demostrado una incapacidad absoluta para dialogar con quienes opinan de forma distinta.

Me entristecen las descalificaciones hacia los que no comulgan con el ideario oficial independentista. Me entristece, en definitiva, que se infrinja las leyes, incluso las emanadas del Parlament, como el Estatut.

Me entristece y preocupa que, pese a no tener el apoyo de la mayoría, se nos diga de forma irresponsable que no hay marcha atrás.

ASUNCIÓN PORTABELLA

Barcelona