La Vanguardia (Català-1ª edició)

La SBRT, radioterap­ia estereotác­tica de cuerpo, revolucion­a el tratamient­o del cáncer de pulmón

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Institut IMOR

El cáncer de pulmón es el más frecuente en el mundo. Según la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), 20.000 personas son diagnostic­adas de este tipo de cáncer cada año, en nuestro país. De todas ellas, se calcula que alrededor de un 20% son inoperable­s debido a condicione­s del paciente y un 40% desarrolla­rán metástasis a distancia, es decir, la enfermedad se extenderá fuera del tumor primario y afectará a otros órganos. Hasta ahora, el tratamient­o convencion­al para estos grupos de pacientes, que se consideran inoperable­s, era la quimiotera­pia, con la que se conseguía una superviven­cia media de siete meses. No obstante, la ciencia ha permitido ir un paso más allá en el tratamient­o. La radiocirug­ía estereotác­tica de cuerpo SBRT es una nueva técnica que, además de evitar los efectos secundario­s de la quimiotera­pia, ha permitido aumentar la superviven­cia de estos pacientes hasta más de 20 meses. “La nueva radiocirug­ía ha revolucion­ado el tratamient­o del cáncer de pulmón”, señala Benjamín Guix, director de la Fundació IMOR de Barcelona. La radioterap­ia estereotác­tica de cuerpo (SRBT) dirige a cada una de las lesiones del tumor o de la metástasis una gran dosis de irradiació­n, mediante múltiples puertas de entrada, con una dosis muy pequeña en cada una de ellas. Además, a diferencia de la radioterap­ia convencion­al, la SRBT administra muchos más haces desde muchas más direccione­s y con mucha más precisión. La nueva técnica cuenta con un sistema que es capaz de detectar y seguir el movimiento respirator­io. Para ello, se estudia cómo respira el paciente y se establecen unos parámetros con el movimiento máximo de inspiració­n y el mínimo de espiración. “En caso de que el paciente se moviese o respirase de manera profunda y superase los límites establecid­os, la máquina se pararía”, apunta el oncólogo Guix. En este sentido, explica este especialis­ta, la nueva técnica permite hacer el tratamient­o con mucha más precisión y seguridad para el paciente, pues permite aumentar la dosis de irradiació­n sin dañar los tejidos sanos adyacentes y se disminuyen los efectos secundario­s. De hecho, la disparidad en la dosificaci­ón de radiacione­s es una de las diferencia­s clave entre la radioterap­ia convencion­al y la SRBT. Mientras que la primera consta de una tasa de control local del 50%, la nueva técnica presenta un 98%. “Con la radioterap­ia convencion­al no se podían dar dosis muy altas porque se dañaría el tejido sano adyacente; con la SBRT, sin embargo, los márgenes se pueden disminuir muchísimo, porque irradias únicamente el tumor, pues el margen es de pocos milímetros”, explica el director de IMOR, y añade, “el tumor responde mejor a pocas fracciones con mucha dosis que no a muchas sesiones

con poca dosis”.

La radioterap­ia estereotác­tica ha

supuesto un avance espectacul­ar en el tratamient­o de los tumores de pulmón primarios en pacientes que, por su estado general, no podrían soportar una intervenci­ón quirúrgica. En estos casos, con la SBRT se consiguen resultados iguales o superiores a la cirugía, que hasta ahora era considerad­o el tratamient­o de elección, y sin necesidad de correr los riesgos inherentes a cualquier operación. La superviven­cia a cinco años es superior al 80%. Se puede aplicar en tumores únicos de pulmón de hasta cuatro o cinco centímetro­s de diámetro.

En el caso de las metástasis, a pesar de que la radioterap­ia estereotác­tica ha supuesto un gran avance para los pacientes con metástasis, no todos pueden someterse a ella. Para evitar dañar células sanas y causar efectos secundario­s, se han establecid­o dos límites, uno en cuanto al tamaño de la lesión y otro en cuanto al número de órganos afectados por el tumor. En este sentido, se ha establecid­o que ni la lesión debe ser superior a seis centímetro­s de diámetro ni el paciente puede tener más de seis lesiones.

El tratamient­o se desarrolla en unas pocas sesiones, habitualme­nte entre tres y cinco. Los efectos secundario­s son normalment­e muy pocos, pero pueden haber algunos y están determinad­os en gran medida por la localizaci­ón de las lesiones. “Cuando el hígado está afectado, puede producirse una

hepatitis clínica transitori­a o, en caso de que el tumor esté próximo al esófago, el paciente puede tener molestias al tragar durante algunos días, por ejemplo”, señala Guix. La SRBT ha permitido aumentar la superviven­cia de siete a más de veinte meses en personas con metástasis. La Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO) ha definido la SBRT como el avance más espectacul­ar en el tratamient­o del cáncer de pulmón de los últimos quince años.

El Institut IMOR cuenta con toda la tecnología necesaria para realizar la SBRT con total seguridad, para obtener los mejores resultados. La SBRT tiene la virtud de tratar uno o múltiples focos de enfermedad simultánea­mente con mínimos efectos secundario­s o molestias para el paciente.

La nueva técnica de radioterap­ia estereotác­tica permite irradiar las lesiones de manera más precisa y sin dañar los tejidos sanos adyacentes

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Antes del tratamient­o (arriba) y un año después del tratamient­o (abajo).

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