La Vanguardia (Català-1ª edició)
Comunicación, la ciencia de lo posible
Prácticamente todas nuestras instituciones se comportan en la actualidad como marcas comerciales, especialmente, en internet. La actitud promocional se ha convertido en el lenguaje social dominante. No hay ambiente o escenario –tanto público como privado– que permanezca ajeno a la influencia de los anuncios, el marketing, etc. con sus campañas, ofertas, descuentos, rebajas e intercambios.
El resultado de esta colonización es previsible: la reacción de los destinatarios se va haciendo más compleja. La invasión en el entorno virtual es más prolija, aunque la capacidad de los usuarios a la hora de proponer alternativas o incluso de quejarse es también mayor.
Las empresas, los partidos políticos o las administraciones asientan su imagen positiva sobre la comunicación y la publicidad, que, además de servir para legitimar a quienes pagan con este objetivo, trascienden su ámbito natural hasta elevarse a la categoría de productos culturales: en la calle, en los medios, en la red y en los dispositivos tecnológicos. Los nuevos estudios que proponemos en la
Facultat de Comunicació i Relacions Internacionals Blanquerna, como el grado en Digital Media, están diseñados para afrontar estos retos
A pesar de que se haya conformado un movimiento social que observe críticamente este fondo, la forma se impone como construcción son el paradigma de un tipo de cultura abierta, en contraposición a la alta cultura, presuntamente hermética y supuestamente oficial. No obstante, su discurso es más complejo y analítico –a favor y en contra de cualquier fenómeno, evento o tendencia– que el relato que elaboran los anuncios o el
La publicidad suele ser más que el arte, sencillamente porque es más fácil de digerir, pero difícilmente tendrá su potencial transformador porque eso equivaldría a traicionar su esencia. El concepto y los modos de promoción han cambiado a medida que estos se han adentrado en la web y sus múltiples derivados en la cuarta revolución industrial. En estas necesidades se centran titulaciones de Blanquerna como el grado en Digital Media.
Las marcas son conscientes de que solo vale la pena pagar por aquello –sea lo que sea– que logre captar la atención de los usuarios hacia sus productos o que congregue en un espacio virtual —sea el que sea— a una multitud de consumidores potenciales con los que puedan relacionarse.