La Vanguardia (Català-1ª edició)
6 IDEAS SURGIDAS DE LA UNIVERSIDAD
Seis ideas de negocio de alumnos y ex alumnos de la Universitat Pompeu Fabra se convertirán en realidad gracias al programa de fomento del emprendimiento Start-UPFlama. Los proyectos ganadores: Ahcarya, Altés, Food To Feed, PictoLex, Som BCN y VirTest obtendrán hasta 3.000 euros para constituirse como empresas y dispondrán del acompañamiento de la organización para realizar todos los trámites. Los seis emprendedores superaron un pitch de cinco minutos donde tuvieron que explicar su propuesta a un jurado compuesto por la vicerectora de Transferencia del Conocimiento de la UPF, Eulàlia de Nadal; el vicedecano de Transferencia del Conocimiento de la UPFBSM, Ramon Bastida; el director general del Tecnocampus, Josep Lluís Checa, y el director de la plataforma de aceleración de start-ups Attico Lab, Quino Fernández.
Start-UPFlama empezó el pasado mes de septiembre con 31 equipos emprendedores, que recibieron un curso online, doce de ellos accedieron a una formación intensiva en emprendimiento en la UPF-BSM y ocho pasaron a la final.
El responsable de emprendimiento de la Unidad de Innovación – UPF Business Shuttle, Albert Domingo, considera que “el programa Start-UPFlama aporta a sus participantes una serie de herramientas que necesitarán en un futuro cuando tengan que avanzar en sus proyectos emprendedores. Carlota Albanell, una de las ganadoras y creadoras de Pictolex, asegura: “Yo tenía una idea, pero necesitaba cono
Start-UPFlama empezó el pasado mes de septiembre con 31 equipos de los cuales ocho pasaron a la final, donde se seleccionaron seis
Food to Feed, excedentes alimentarios
Aaron Fernández Sánchez, CEO de Food To Feed, explica que para ellos, haber ganador el Start-UPFlama es “un reconocimiento por el trabajo bien hecho. Cuando trabajas en proyectos propios muchas veces les dedicas muchas horas sin recibir feedback, y cuando llega, se agradece y motiva”. Además, reconoce, “la ayuda económica es muy importante, cualquier ingreso para una start-up que aún no monetiza es vital para seguir existiendo, nos da oxígeno”. Food to Feed propone el procesamiento de excedentes y residuos alimentarios para elaborar nuevos productos. “Del producto se ha encargado, y muy bien, Cristina Prat, que ha dirigido todo el proceso. Creamos una barrita nutritiva y utilizamos como base el excedente de productos que quedan fuera de la industria alimentaria, ya sea por no cumplir los estándares -las frutas más pequeñas o feas- o porque no los asociamos al consumo, como las pieles de plátano o naranja, todos ellos con valor nutricional conocido. Una vez captamos toda esta materia prima, la procesamos con ingredientes convencionales para crear la barrita, aunque nuestra idea es explorar otras formas de comercialización abanderando este nuevo mercado de alimentos con excedente de base”, explica Fernández.
Su Proyecto surge en 2020 en el Hult Prize organizado por la UPF Entrepreneurship Society, que ganaron. “Observamos la problemática de todos los alimentos que se pierden en el sector -un tercio en Europa- y gracias a relaciones con Mercabarna nos damos cuenta de que podemos tener acceso a una parte importante de ese excedente, que ellos quieren eliminar, y desarrollar nuestro producto a partir de aquí”, señala el emprendedor. “Además, exploramos la vía del componente social y solidario, porque creamos un alimento nutritivo y de coste reducido que puede servir a aquellos que más lo necesitan”.
Altés, artesanía y personalización
Altés és una plataforma para poner en contacto a clientes con diseñadores y artesanos para crear muebles personalizados. La fundadora es Carla Artés, hija de artesano. “De muy pequeña iba a ver a mi padre a su taller. Ha trabajado la madera durante más de 30 años y gracias a este vínculo me he familiarizado con los problemas que tiene el artesano a la hora de innovar. Uno de los obstáculos con los que se encuentra, y que se hace más evidente en las zonas rurales, es el desconocimiento en diseño y tendencias y en encontrar canales que le unan con su consumidor”. Por este motivo, Altés es una plataforma en línea y un intermediario que pondrá en contacto a tres agentes que normalmente están desconectados: artesanos, diseñadores y el cliente final.
“La finalidad es cubrir el desconocimiento en diseño y tendencias, ser una herramienta de difusión y visibilidad de los diseñadores de producto jóvenes y emergentes, y al mismo tiempo satisfacer a un consumidor que gravita hacia un consumo consciente, sostenible y que busca piezas únicas y personalizadas”. Altés pone el foco en el sector de la madera de las Terres de l’Ebre,
los camareros no tienen que apuntar nada, solo gestionar el pedido y llevarlo al comensal.
El proyecto nació en 2015, ¿en qué situación estabais en marzo de 2020?
Salimos al mercado a finales de 2018 y empezamos a vender bien la parte de la solución más centrada en el menú digital y el pago, pero con la pandemia nos pedían cada vez más la opción de los autopedidos. Buscábamos financiación y en 2021 cerramos una ronda de inversión de 300.000 euros con la compañía asturiana de cafés Cafento, que son nuestros socios industriales.
¿Los usuarios entienden el sistema?
De los 15 años a los 50 no hay fricción, todo el mundo lo ve sencillo. La aplicación es muy intuitiva porque somos de hacer las cosas fáciles, la interfaz es muy sencilla de utilizar. Además, como las cartas suelen llevar imágenes, el producto es más atractivo y aumenta la venta por impulso.
¿A nivel de empresa cómo estáis?
Este año nos queremos focalizar en España, aunque tenemos clientes orgánicos en Latinoamérica. Donde somos más fuertes es en Andalucía y Asturias, gracias al acuerdo con Cafento, y en la zona de Levante. Pronto haremos otra ronda de financiación para internacionalizarnos.