La Vanguardia (Català-1ª edició)
La tortilla de patata
Una de las comidas tradicionales de la gastronomía española es la tortilla de patata, alabada por sus nutrientes, así como por el coste económico que tienen sus componentes. No existe ningún lugar de la geografía española donde no se consuma. También en nuestros bares y restaurantes es objeto de reclamo del cliente como tentempié. ¿Quién no he pedido una caña con un pincho de tortilla?
Pues en este mundo inflacionista, hasta la tortilla de patata, los huevos fritos o la tortilla francesa, en definitiva, todos aquellos alimentos que contengan huevos, van a ser un lujo. Según el Instituto Nacional de Estadística, los huevos han subido un 23,9% en los últimos doce meses, y desde mayo, el 18,8%. Estos indicadores, que están muy por encima de la inflación en nuestro país, son debidos a los incrementos que han sufrido desde los cereales y los envases, por ejemplo, hasta la luz y los carburantes, y que deben afrontar ahora las granjas avícolas.
España es conocida por su cultura, su buen clima (aunque este verano, evidentemente, no es el mejor ejemplo) y su excelente gastronomía. Los turistas conocen muy bien nuestra tortilla de patata, uno de los productos gastronómicos de referencia que forman parte de la marca España. Pero hoy en día supone un lujo comer alimentos que contengan huevos, al convertirse en productos que valen un huevo, y perdonen por la reiteración.
Sin duda, si nos cambian hasta la tortilla de patata, en verdad estamos sufriendo una transformación que de momento es mucho menos divertida, y sociable.
Podremos movernos desde nuestra casa en las distintas actividades a través de internet, pero por favor, que eso no signifique que nos vayan a quitar nuestra caña con el pincho de tortilla.
Pedro Marín Usón Zaragoza