La Vanguardia (Català-1ª edició)
TRAS LA COVID-19, ¿‘SMART WORKING’O TELETRABAJO?
Una reunión de trabajo por Zoom. Detrás de los reunidos se ve una oficina, una librería o hasta un salón moderno. Puede que no sea cierto y lo que hay al fondo en realidad son unas palmeras, una playa de ensueño o el patio de un colegio. La Covid19 ha desbaratado la forma como trabajábamos, la ha hecho quizás un poco más sostenible -se acabaron las aglomeraciones de tráfico en la entrada de Madrid a las siete de la mañana-, más eficiente y, sobre todo, más conciliadora con la vida personal. Muchas de las tendencias que atisbábamos hace unos años, hoy son realidad y el teletrabajo quizás es la más aburrida. Está el bleisure travel, o lo que es lo mismo: realizar un viaje de negocios y complementarlo con una estancia privada para hacer turismo en el destino o relajarse. Un concepto que surge de la unión de las palabras en inglés business y leisure. También el smart working, o trabajo inteligente, un concepto que ya tiene unos años y que se sustenta sobre tres puntos clave: movilidad y flexibilidad horaria, objetivos empresariales y nuevas tecnologías, según explican desde BizAway, la start-up fundada por Luca Carlucci y Flavio Del Bianco en 2015, de servicios integrales para los viajes de empresa.
“Este sistema laboral tiene como fin último mejorar la eficacia y productividad del trabajador”, según BizAway. Y es diferente en algunas características al teletrabajo. Desde Personio, el software de RR.HH. líder en Europa para pymes, aseguran que entre las principales particularidades de esta metodología encontramos: el uso imprescindible de la tecnología; el empleado puede trabajar desde cualquier lugar; no hay fronteras, “los empleadores pueden seleccionar y contratar a profesionales de cualquier continente y los smart workers pueden ofrecer sus servicios a cualquier empresa del mundo”; la flexibilidad horaria y la confianza en el empleado, un requisito imprescindible.
Atraer el talento
Este tipo de modalidades de trabajo también ayudan a la captación de talento, especialmente en las compañías tecnológicas. Según el estudio Employer Brand Research 2022 elaborado por Randstad, el 65% de los españoles aseguran que a la hora de elegir una empresa el segundo factor más importante es la conciliación de la vida profesional y personal. Mientras que casi todos los trabajadores a distancia actuales esperan seguir haciéndolo en el futuro (96 %).
Y es que, según BizAway, el smart working permite la conciliación y la adaptabilidad a las necesidades de los trabajadores mediante distintas modalidades de trabajo; y genera una mayor productividad, autonomía y empoderamiento de los trabajadores. Además, el empleador se ahorra costes al eliminar el espacio físico de trabajo permanente, recuerdan desde Personio. Pero no hay que olvidar que siempre hay una cruz: las distracciones y el aislamiento que pueden bajar la productividad, el aumento de costes para el empleado, que paga la conexión de internet y la calefacción en invierno, o la falta de los límites entre la vida laboral y privada, cuando el espacio físico es compartido.
En cualquier caso, ya sea teletrabajo, bleisure o smart working, según datos de la compañía Personio, “en Estados Unidos, una encuesta de Gartner a directores financieros y líderes financieros halló que el 74% planeaba continuar con parte de su equipo trabajando en remoto” tras la pandemia de la covid-19.