"En Navidad, un día es un día"
catedrático emérito de Nutrición y Bromatología de la facultad de Farmacia. Campus de la Alimentación de Torribera. Universitat de Barcelona
Es un tópico inevitable que cuando se acercan determinados periodos del año muchas personas se plantean qué pueden, o deben, hacer en lo que concierne a su alimentación. Así, ante el periodo navideño, pródigo en comidas, aparece un cierto temor a "pasarse" y afrontar el nuevo año con algunos kilos de más. Vaya por delante una obviedad, más vale prevenir que curar.
Si nuestros estilos de vida son correctos a lo largo del año, llegaremos al periodo navideño con un peso correcto y, por lo tanto, con un cierto margen de "maniobra" frente a algunas libertades gastronómicas. En cualquier caso, es cuestión de tener en cuenta el total de lo que comemos a lo largo del día, y que si en una comida nos excedemos, pode- mos comer menos el resto de la jornada, o compensar mañana lo que hemos comido hoy. Este sistema no es adecuado para todo el año, pero las personas sanas pueden optar por él estos días, con criterio y prudencia.
APORTACIÓN DE CALORÍAS
Algunos datos sobre el valor calórico de platos y otros productos propios de estas fechas nos pueden orientar. Una ración de escudella i carn d'olla, según calcularon las expertas en nutrición Assumpta Miralpeix y Josepa Quer, aporta unas 480 kilocalorias y una de canelones unas 530. Cien gramos de pollo asado 160, cien gramos de besugo 90, cien gramos de turrón 480, y cien mililitros (un vaso no del todo lleno) de vino o cava unas 65.
Estas cifras dependen de los ingredientes. Una escudella puede tener muchos vegetales y pocas grasas, o al revés, y el besugo puede ser a la plancha o con salsas y aderezos más contundentes, por ejemplo. Una comida de Navidad, con
escudella i carn d'olla, otro plato consistente (carne o pescado) y turrón puede llegar a unas 1.500 kilocalorías o más, acercándose a las 2.000 kilocalorias que aproximadamente necesita un adulto con una actividad física moderada (las mujeres menos y los hombres más). Si además hemos hecho un aperitivo abundante (100 gramos de patatas fritas pueden aportar unas 540 kilocalorías) la suma se incrementa. Habrá que compensarlo con verduras y frutas el resto del día o los días siguientes. Además de las calorías hay que pensar en el colesterol, por ejemplo, que se encuentra en las grasas animales, no en las vegetales.
Que cada uno haga sus cálculos pero, si nuestra salud nos lo permite, podemos disfrutar de las comidas navideñas con un cierto margen de libertad, porque "un día es un día" (uno, no unos cuantos) y comer debe ser un acto libre y placentero. Después, sin prisas pero sin pausas, ya "quemaremos" los excesos con ejercicio y verduras o con un uso razonable de barritas sustitutivas de las comidas. El sacrificio será menor si los excesos también lo han sido.