El método
Leo y escucho con frecuencia muchas razones para echar la culpa a los otros. Además de la oratoria de Cicerón, muy cultivada, existe el método que inicia- ron Descartes y Comte y es un buen camino para andar rectos por la vida y con buenas razones.
Cuando uno o un equipo se propone una meta, se responsabiliza de la meta. Debe contar previamente con recursos adecuados y modos de intervenir para conseguirla. Lo definitivo será la evaluación de los resultados que si son positivos se llama triunfo y si son negativos se llama fracaso o derrota. Así de sencillo.
Hay que aceptar la derrota con humildad y buscar caminos nuevos para soluciones nuevas. Los llamados burros también podemos ser nosotros.
JOAQUÍN CALLABED
Barcelona