El deterioro de Sants
Sants antes era un barrio humilde, pero bien comunicado y, sobre todo, alegre. Es una vergüenza en lo que se ha convertido, lo han destrozado a nivel estético e higiénico. De eso se ha encargado el famoso calaix de la vergonya y las obras de la L1 de metro, dejando a los vecinos en un entorno que no nos merecemos y obligando a un buen número de comerciantes a cerrar sus negocios porque las calles son intransitables.
No sé si ha servido para evitar ruido y canalizar circulación, pero desde luego ha servido para convertir la zona en poco más que un suburbio, un cementerio de cemento y suciedad que se acumula por todos sus aledaños. Y parece que aún no ha terminado la transformación, continúan las interminables obras...
M.ª JOSÉ MORENO CASTELLÓ
Barcelona