¿Buenas perspectivas para 2017?
El indicador Índice de Confianza Empresarial mide las expectativas de los empresarios frente a su ecosistema de situaciones de mercado, competencia, economía y política. Su evolución es un dato de gran interés, pues en la medida que un empresario tiene buenas perspectivas se siente con base firme para tomar decisiones e invertir. Según los últimos datos del Índice (tercer trimestre 2016) solo un 20,3% de los empresarios son optimistas sobre la marcha de su negocio. Sin duda ello está relacionado con el descenso del consumo, la ralentización de los países locomotora y la incertidumbre política. No obstante no todos los empresarios se ven afectados por igual ante estos escenarios. Veamos porqué y quién.
Lo realmente significativo nace en las fortalezas internas de la empresa, no en la macroeconomía
A diferencia de la visión negativa en muchas empresas del Índice de Confianza Empresarial, la gran mayoría de los empresarios que han confiado su actividad al Centro Europeo de Evolución Económica (CEDEC), valoran favorablemente la evolución de sus negocios y siguen pronosticando una mejora progresiva de sus resultados. Coinciden en que la situación macroeconómica que les rodea es importante, pero entienden que lo realmente significativo son las propias acciones empresariales que se abordan en el seno de los negocios. Lo realmente significativo y lo que posibilita introducir correcciones eficaces ante los cambios del entorno, así como obtener resultados, son un modelo de negocio robusto y una organización orientada al valor añadido. El 90% de las empresas asistidas por CEDEC se muestran esperanzadas con su futuro al contar con fortalezas que las hacen menos vulnerables a los cambios económicos o incertidumbre política. Entre las fortalezas más valoradas y desarrolladas por CEDEC está, obviamente, poseer una organización eficaz de sus recursos propios y de sus procesos internos. Pero también hoy se encuentran aspectos clave como la diversificación, las iniciativas que reduzcan el impacto ante los declives del margen comercial, el mejor posicionamiento ante la competencia, el acceso a financiación estable, y finalmente el aumento del valor añadido como consecuencia de las acciones que ejecutan cada día los consultores de CEDEC al lado de los empresarios, sus equipos y a menudo sus familias.