Erradicar la violencia en el fútbol base
Qué bonito es el fútbol y más aún poderlo disfrutar con nuestros hijos. Supongo que es lo que muchos pensamos. Lamentablemente no es así, porque se ha convertido en un escenario en el que parece que todo tiene cabida. Las últimas semanas vuelve a ser noticia el fútbol base, lo malo es que no lo es por todas sus fantásticas facetas sino por todas las negativas que lo rodean, principalmente la violencia.
Soy apasionado del fútbol, me gusta dedicar el fin de semana a ver partidos, los de mis hijos entre ellos. En la mayoría de los campos que visito la violencia verbal es continua, la falta de respeto, la desconsideración a los intervinientes. Esta actitud se ha instaurado en este deporte, quizás por la impunidad en la que queda si no pasa a la violencia física, al igual que ocurre en Primera División. Creo que se ha trasladado al fútbol base, pero en este ámbito se produce una situación que lo complica y desencadena la violencia física: es la proximidad inevitable de los violentos, que al final acaba en un encuentro físico entre aficiones, como ha ocurrido en Mallorca.
La solución no parece fácil y depende de todos, pero creo que los que tenemos voluntad de que esto no ocurra debemos actuar de forma diferente. Creo que la primera acción que podemos llevar a cabo es separar a las aficiones, a veces ciertos comentarios, aunque no con intención de ofender, pueden ser interpretados de forma diferente. En segundo lugar, es imprescindible y básico no dirigirse a la afición contraria, jugadores, ni al árbitro, esto sólo puede dar lugar al inicio de un conflicto entre las partes. Quizás si empezamos por un simple gesto o actitud evitamos males y situaciones peores.
JORGE ANDREU BLAKE
Sant Just Desvern