Las trampas del 1-O
El referéndum propuesto por los partidos separatistas para el próximo 1 de octubre es una trampa por cinco motivos evidentes. Es una trampa porque, en los términos expuestos, el referéndum hurta, precisamente, el derecho a decidir al resto de españoles, ya que la soberanía nacional reside sobre todos ellos, sean catalanes o no.
Es una trampa porque los nacionalismos son insaciables, y si ahora se circunscribe exclusivamente al territorio de Catalunya es por un tema meramente táctico. Es una trampa, también, porque pretende legitimar la declaración de independencia con sólo el 51% de los votos, cuando para cualquier reforma considerable hacen falta mayorías reforzadas que avalen cambios de esta magnitud.
Es una trampa porque en caso de perder la votación los separatistas exigirán su repetición tantas veces como haga falta. Y es una trampa porque en caso de ganar la votación proclamarán la independencia y ya nunca más permitirán un referéndum para una readhesión al resto de España.
Pero la peor trampa es en la que caerán los ingenuos voluntarios y funcionarios que se presten a colaborar en su celebración, dado el carácter marcadamente ilegal y el nulo apoyo internacional.
ALFONSO SAGNIER
Barcelona