El lector exposa Ciclistas urbanos

Como cualquier ciclista que circula por las calles de Barcelona, he vivido en mis propias carnes gritos y broncas de viandantes... La bicicleta es quien me lleva a todas partes, mi compañera de ida y vuelta al instituto de lunes a viernes, al gimnasio cada tarde y donde haga falta. No hace dos días que voy en ella, así que la manejo como un marinero un barco. No obstante, no me salvo de oírme cosas demasiado feas casi a diario, sin nunca haber tenido un accidente ni haber tocado a ninguna persona jamás.

Que si campañas ecologistas, que si el deporte es buenísimo para la salud... Pero aquí sigue la mayoría de la gente ofendida cuando ve una bicicleta. Es igual que vayas por el carril bici, que vayas por la acera si es ancha y no hay carril bici y vigilando, o incluso por la calzada, que también los taxistas se enfadan aunque vayas a buena velocidad.

Digo yo que al final van a tener que vender bicis con alas para que a la gente les guste. Pero igual se quejarían de que les hacen sombra. No lo sé.

Como autocrítica puedo decir que como viandante he visto ciclistas, que no sé ni si llamarles así, yendo por la acera cuando hay un carril bici, tocando el timbre para que la gente se aparte en calles estrechas y, en general, llevando bastante mal el vehículo. ¡Por cosas así nos cogen manía a todos!

¿Y si la gente aprende a ir en bici y no sólo a montar en ella y los viandantes son un poco más simpáticos?

LAIA MARIA COSTA

Barcelona