Cirugía de mamas tuberosas para mejorar la calidad de vida y la autoestima
El aspecto del pecho es un rasgo que puede ser motivo de preocupación e incluso de complejo para muchas mujeres. La forma, el tamaño y su apariencia son factores que nos importan. El hecho de verse distintas a otras mujeres de su entorno puede afectar a su autoestima y a la confianza en sí mismas.
Sin embargo, que la forma o tamaño de la mama sea distinto puede deberse no solamente a una cuestión estética sino a una alteración congénita poco considerada, las mamas tuberosas. Por ese motivo, los especialistas en Cirugía Plástica, Estética y Reparadora aconsejan a aquellas mujeres que tienen mamas distintas o extrañas que acudan a consulta, para ser asesoradas correctamente, ofreciéndoles el mejor tratamiento y resultado. De esta forma se podrá paliar la forma en que esta alteración pueda repercutir en el ámbito personal, psicológico, social o sexual.
¿QUÉ SON LAS MAMAS TUBEROSAS?
Las mamas tuberosas son una alteración congénita de la mama en que existe malformación, por lo que la mama no puede desarrollarse de forma normal. Se forma un tejido fibroso en la base de la mama, formando una especie de anillo constrictor que hace que el pecho, en lugar de tener una forma cónica normal, tenga una forma tuberosa, diferente, restando constreñida.
A pesar de que se nace con esta alteración, es algo que no puede diagnosticarse desde un inicio, ya que la mujer no tiene la mama desarrollada. Por lo tanto, es una malformación que se aprecia a medida que se desarrollan las mamas, generalmente en la adolescencia.
DIFERENTES GRADOS DE MAMAS TUBEROSAS
Las mamas tuberosas pueden desarrollarse en tres grados distintos, según el aspecto, forma y tamaño de la mama. Así, se distingue: • Un primer grado en que el anillo constrictor es parcial y existe un déficit en el desarrollo de la mama en el polo inferior, justo en la parte central e interna. En este caso las pacientes suelen tener areolas con tendencia a mirar hacia abajo y hacia el centro. Las mamas acostumbran a desarrollarse mal e incluso se hipertrofian.
•En el segundo grado el anillo está más marcado y no se desarrolla el polo inferior de la mama, tanto el interno como el externo. Asimismo, el surco mamario está más elevado y la areola es más grande, incluso a veces gigante, de hasta 10 centímetros. • En el tercer grado el anillo es totalmente constrictor y afecta a la totalidad de la mama. De esta manera no se puede desarrollar la mama y, generalmente, va acompañado de mamas de tamaño muy pequeño.
CÓMO DETECTAR SI SUFRO MAMAS TUBEROSAS
Generalmente, a partir de la adolescencia y del crecimiento de las mamas, se va viendo la alteración de mamas tuberosas. Hoy en día, por el hecho de disponer de más información al respecto, muchas mujeres acuden a consulta con una especie de “autodiagnóstico”. Sin embargo, siempre debe ser el especialista quien diagnostique bien si se trata de mamas tuberosas y de qué grado se trata.
Otra tercera parte de las pacientes no sabe bien lo que tiene. Ellas aprecian una malformación o una forma poco bonita y extraña, siendo sus pechos diferentes a amigas o familiares. Otra parte de las pacientes directamente acude a consulta porque tiene mamas pequeñas y ni siquiera ha apreciado la alteración, o simplemente no lo relaciona con que puede ser una malformación.
CIRUGÍA DE LAS MAMAS TUBEROSAS, ÚNICA SOLUCIÓN
En la actualidad el único tratamiento efectivo para las mamas tuberosas es la cirugía. Según el grado de mama tuberosa, su forma y el tipo de piel de la paciente se elegirá una técnica quirúrgica u otra. El objetivo de toda cirugía siempre será descomprimir el tejido fibroso, abrir el anillo que constriñe y restablecer la forma cónica normal al pecho.
Para ello, habrá que abrir la mama y, por lo tanto, el anillo. Es algo primordial y necesario en cualquier grado. Después, en función del grado y de la forma de la mama: si la mama de la paciente es grande se deberá elevar o reducir, si la mama es pequeña se debería aumentar con prótesis mamaria. En el caso de aumento mamario y, en función del grado, del tamaño del pecho o de la forma, la prótesis mamaria será de una manera u otra, y la colocación también será distinta.
Lo que siempre deberá hacerse es rellenar el polo inferior, que es donde, por norma general, falta tejido. Esto significa que, en ocasiones, se debe corregir algún tipo de colgajo, para poder rellenar el polo inferior de la mama.
Antes de cualquier intervención el especialista debe valorar las mamas, la constricción existente en el tejido subareolar y el tejido mamario, la altura del surco mamario, el grado de herniación posible, el grado de ptosis mamaria o la separación entre ambos pechos, entre otros aspectos. Para poder someterse a la intervención, la paciente debe haberse desarrollado por completo, cosa que se estima sobre los 18 años o más, ya que si el cuerpo presenta cambios hormonales o de peso, es preferible esperar.
POSTOPERATORIO DE MAMAS TUBEROSAS Y RESULTADOS DE LA CIRUGÍA
Es importante tener en cuenta que la intervención de mamas tuberosas es más compleja que una cirugía de aumento de pecho, porque deben tenerse en cuenta más aspectos y deben corregirse también las malformaciones. Esto también influirá en el postoperatorio. La paciente puede notar molestias, las mamas inflamadas o con edemas, pero son síntomas que ocurren en cualquier operación de este tipo.
Los primeros resultados podrán apreciarse en las semanas posteriores, siendo una intervención muy agradecida por parte de las pacientes. Las mamas tuberosas, como se mencionaba anteriormente, no pueden solucionarse solas y, con el paso de los años y la evolución del cuerpo femenino, suele acentuarse el defecto. Para poder maximizar los resultados, y que éstos sean lo más realistas posibles, es importante que el especialista informe correctamente a la paciente del tipo de problema que sufre, la complejidad de la intervención y las posibles soluciones quirúrgicas existentes. Para que los resultados sean exitosos el diagnóstico debe ser correcto. De esta forma se elegirá también el tratamiento más adecuado, respaldado por un equipo quirúrgico preparado.
Se trata de una intervención importante, por la repercusión personal, social o sexual que puede derivarse. Con un diagnóstico correcto y sincero, los resultados serán muy beneficiosos para la paciente.