Disfrutar del esquí, seguro
Aunque no tiene porque pasar nada, debemos ser previsores. Contar con un seguro específico nos ayudará en caso de accidente o lesión.
Todos ansiamos el momento en el que deslizarnos por las pistas sin pensar en otra cosa que en la velocidad y la brisa sobre nuestro rostro. Pero, por desgracia, los accidentes y las lesiones pueden ocurrir incluso al deportista más cauto. Por eso, igual que revisamos nuestro material o nuestro vehículo para encarar con seguridad nuestras vacaciones blancas, no está de más contar con un seguro que, siempre por si acaso, se ocupe de todas las vicisitudes en caso de caída o lesión.
El RACC cuenta con una modalidad solo para esquiadores y snowboarders que, en caso de accidente, te desplaza al centro médico más cercano a tu domicilio, si es preciso. También cubre todos los gastos médicos, quirúrgicos, farmacéuticos o de hospitalización y, si has chocado con algo o alguien, cubre los daños a terceros hasta 30.000 euros. El nivel de especialización y conocimiento del público es tal que incluso devuelven a los socios el importe de forfaits y clases que no se han utilizado tras el percance.
Material asegurado De la misma forma, si tus esquís sufren más daños que tú, te proporcionan unos de sustitución de alquiler durante los ocho días siguientes a la rotura. No está mal. Estas ventajas están cubiertas bajo la modalidad Slalom, que cubre la totalidad de la temporada del asegurado por algo más de 38 euros. También existe una modalidad familiar de hasta seis personas que parte de 95 euros por temporada. En ese caso, a toda la cobertura anterior se suma el traslado o la repatriación de toda la familia en caso de accidente o problema de salud, pero también incluye un acompañante en el traslado o la hospitalización de la persona que ha sufrido el problema.
Debemos tener en cuenta que, aunque las estaciones disponen de equipo de atención médica, no tienen el nivel de atención que ofrece un seguro privado. En definitiva, vale la pena contratarlo y, entonces, ya podemos concentrarnos en deslizarnos por la nieve sin más preocupaciones.