Gozando de Barcelona
En las fiestas navideñas vuelven a mi mente recuerdos de mis vivencias infantiles, así como imágenes distintas de mi ciudad, sobre todo de sus calles, que, repletas de gente, reflejaban ilusión. Todos queremos a nuestra ciudad y, cada día que pasa, la queremos un poco más porque ella ha sido y es el decorado de todo lo nuestro; el soporte físico de nuestras mejores vivencias. Pero ahora, durante la Navidad nos parece más nuestra y, por lo tanto, la queremos un poquito más.
Estos días, en medio de exasperantes y tediosas batallas políticas, multitud de noticias sobre acosos sexuales, y un sinfín de lecturas sobre las pasadas elecciones, sentí que me hacía falta caminar por Barcelona para deshacerme de tantos sinsabores
y dar a mi ciudad –que siempre está en mi corazón– una especie de apretón de manos. Todos los que caminábamos en silencio –seguramente con ideas políticas muy distintas– sabíamos que teníamos una cosa en común: juntos estábamos gozando de Barcelona.
JORDI QUEROL PIERA
Barcelona