¿Qué hay de los postres?
Cuando una persona sale a cenar a un restaurante con su pareja, amigos o familiares, espera encontrar un sitio agradable, con un buen servicio y calidad culinaria. Pero es increíble cómo hoy día se han sobrepasado esos límites y la sociedad se ha vuelto extremadamente exquisita en el ámbito gastronómico. De repente, todo el mundo sabe muchísimo sobre el tema y es abrumador ver con qué facilidad se critica tan negativamente la labor de un restaurante, sobre todo en las redes sociales.
Pero no sabremos tanto cuando somos capaces de ignorar y obviar la labor de la pastelería en un restaurante. A pesar de degustar un menú formidable, pasamos del postre. La pastelería, igual que la cocina, es una disciplina que se divide en muchas otras: bombonería, bollería, pastelería clásica, francesa...
En efecto, somos muy exigentes con la cocina, pero no tanto con la pastelería. Podemos ignorar el postre o tomarlo a desgana, sin esa motivación que nos han aportado los platos anteriores. Entonces ¿será que los postres no están a la altura del resto de la comida? Parece ser, pues, que la hostelería sigue sin dar a la pastelería la relevancia que se merece.
MELANIA BLANCO ARMARIO
Sant Joan de Vilatorrada