La situación catalana
Es cierto que el movimiento independentista en buena parte ha ido creciendo por la incompetencia y poca sensibilidad del Gobierno, pero no es menos cierto que la clase política catalana ha engañado y se ha apropiado del sentimiento de esos dos millones de catalanes que creen que la independencia no sólo es posible sino que mejorará su nivel de vida a cotas celestiales .
Si analizamos fríamente, veremos que buscaban el paraíso sin darse cuenta de que ya estábamos camino de él y éramos la envidia de muchas regiones de España y de Europa, al menos antes del atentado terrorista de Barcelona y luego todo el sainete del procés.
El crecimiento del PIB, la creación de empleo, la buena marcha del turismo nos situaban en la senda que otras comunidades nos envidiaban, y todo ello, a pesar de que “Madrid nos roba”, lo han echado por la borda . ¿Y por qué? Pues por la ingenuidad o incompetencia de nuestros políticos.
Por último sólo quisiera añadir que para que un pueblo pueda conseguir la independencia y segregarse del Estado necesita como mínimo: una mayoría cualificada, que no tenemos; reconocimiento de las grandes potencias, tampoco; dinero o capacidad de obtener préstamos, que no tenemos; un ejército, no lo tenemos. Sólo nos queda el romanticismo, la fractura social y la algarada de los radicales. No creo que eso nos lleve al paraíso, imposible si las 3.000 empresas que han marchado no regresan.
JOSEP BALCELLS Suscriptor Barcelona