El lector exposa

Vivir con depresión

Me llamo Natalia, hoy es mi cumpleaños y sufro depresión. Nadie de mi entorno pensaría que eso es posible. Muchos saben que soy una chica difícil, que a veces estoy triste, con un crudo pasado y vida familiar prácticamente nula. Pero sobreviví, tiré adelante. Y eso es lo que hago ahora, sobrevivir.

Mi vida ha sido como ir en barco en medio de una tempestad con muy pocos momentos de calma, en los que sólo podía agarrar bien el timón e intentar no naufragar. Luego me culpé por ello, yo y todo el mundo, por no haber llegado a ningún sitio. Señores, lo siento, es que estaba ocupada intentando sobrevivir. No me hagan sentir peor de lo que ya me siento por no poder seguir el ritmo de mis amigos. Pero ¿cómo le explicas eso a alguien?

Hoy, y tras épocas en las que me he sentido realmente feliz, me siento completamente exhausta. Me siento sola. Me siento cansada. Nada de lo que haga me produce ni un ápice de felicidad. ¿Con qué sueñas, Natalia? Con nada. Ya con nada.

Antes me ponía una máscara de felicidad, ahora ni si quiera tengo fuerzas para ello, así que me aíslo del mundo y de las personas. Sólo quiero que me dejen en paz.

He amado a mis amigos con cada poro de mi piel. Amo a mi familia. Sé que siempre he sido un poco flojilla, pero lo que siento ahora no es vagancia. Os juro que hay días que soy incapaz de levantarme de la cama a tender una lavadora.

Vivir con depresión es muy duro. Nunca llaméis a alguien vago, pasota, mal amigo, inmaduro, “no te esfuerzas en el trabajo, parece que te dé igual”, “cada dos por tres estás enfermo”. No los juzguéis. Sólo amadlos. Y con suerte, saldrán de esta, o no. Pero les estaréis haciendo el camino mucho más fácil.

NATALIA MÉNDEZ

Terrassa