La Mobile Week se expande por Catalunya
Comenzó por Barcelona, después superó las fronteras de la capital catalana para alcanzar el área metropolitana y, en su tercera edición, la Mobile Week se fue de ruta por toda Catalunya. La iniciativa de la Mobile World Capital Barcelona (MWCapital) que trata de reflexionar sobre el impacto de la tecnología en la sociedad fomentando el debate entre la ciudadanía, llegó, por primera vez, a puntos como Girona, Lleida, Reus, Igualada y la Ribera d’Ebre. Unos escenarios que se combinaron con Barcelona y su conurbación durante la semana previa al Mobile World Congres (MWC). “Hay talento digital en todos lados, sólo hay que ponerlo en valor delante de la ciudadanía; de esta manera también hacemos red y ayudamos a crear conexiones entre las diferentes iniciativas que hay funcionando en Catalunya”, argumenta el director de la Mobile Week, Esteban Redolfi. Bajo el lema “Nuestra sencilla relación con la tecnología”, la programación ofreció más de 80 actividades organizadas por la MWCapital con la ayuda de medio centenar de entidades colaboradoras, como espacios de innovación y centros de investigación. Todas fueron gratis para el público. Emprendedores, ingenieros, filósofos, científicos y artistas propiciaron el debate y la reflexión sobre las consecuencias de los cambios tecnológicos desde diferentes puntos de vista. Se realizaron talleres participativos con la ciudadanía, como por ejemplo una actividad que reunió a diseñadores, pacientes y profesionales de la salud para abordar cómo la tecnología puede hacer más afable la experiencia en la sala de espera de una consulta. Se llevaron a cabo conferencias sobre temáticas tan diversas como la educación o las criptomonedas. También se organizaron actos familiares para que los niños experimentasen con el entorno tecnológico acompañados de adultos y mentores. La vertiente más artística ha ido a cargo de catorce creaciones que aún se pueden ver en el museo Disseny Hub Barcelona. Desde el arte se reflexiona sobre los cambios que puede comportar una sociedad robotizada y se recrea un paisaje futurista (o no tanto) en el que los teléfonos móviles escogen a las personas y no a la inversa. La exposición, que se puede visitar hasta el próximo 16 de marzo, también tiene piezas de la colección Beep de arte electrónico, una de las más reputadas a escala europea.