Desafíos de la actualidad
Banalización es un término que ha cobrado un inusitado protagonismo al socaire de alienantes mimetismos conductuales en boga, alimentados de una engañosa percepción del peligro. En efecto, se frivoliza el riesgo latente en distintos ámbitos. En la salud, consumo de estupefacientes e ingesta de alcohol, léase botellón; y relajación de cautelas en la prevención de enfermedades de transmisión sexual. En el juego, exponencial incremento de las apuestas online, oteando la ludopatía. Relativización de la intimidad: se busca con frenesí desatado el escaparate de las redes sociales con exposición gráfica de la extimidad viralizada sin sopesar sus repercusiones. La seguridad vial queda comprometida con conductores a velocidades insensatas. Se llega a banalizar hasta la muerte, su significado y naturaleza. La irresistible selfie llega a arrastrar al precipicio con trágicas consecuencias. En la era de Instagram, la imagen es tan seductora como omnipresente, la egolatría no tiene contención en la sociedad de la imagen.
Ante inquietantes desafíos, la respuesta social es preocupante: indolencia, insensibilidad, resignación e incluso indiferencia. Es tiempo de reflexión.
JOSÉ MARÍA TORRAS COLL Sabadell