La ‘nueva normalidad’ de los vulnerables
Mucho se ha hablado de la irresponsabilidad e insolidaridad de los adolescentes ante la pandemia. ¿Pero cómo está siendo la nueva normalidad de los adolescentes vulnerables?
En la desescalada se reservaron franjas horarias donde las personas vulnerables se podían mover con libertad y seguridad. Pero ahora la nueva normalidad de algunos restringe la nueva normalidad de los vulnerables.
Ya hemos decidido que este año no iremos a la playa. Hemos ido varios días y nos hemos tenido que dar media vuelta. No hay distancia de seguridad, ni nadie que controle que la haya. Lo mismo pasa en terrazas. Lo omnipresente no solamente es el continuo salto de la norma sino la impunidad ante estos hechos.
En cambio, nos hubiera gustado poder ir a algún espectáculo cultural de la fiesta mayor, donde se garantizaba la distancia, el aforo limitado y el uso de mascarilla. Pero alguien ha decidido que debían anularse los actos culturales de la fiesta mayor, por riesgo de contagios. Me apena vivir en un país donde se pierdan más votos por multar terrazas y gente en las playas que por anular espectáculos culturales.
Esto en cuanto al verano, pero septiembre y la vuelta al instituto están a la vuelta de la esquina. La nueva normalidad de los adolescentes vulnerables implica que no podrán asistir presencialmente a las aulas. Según el Departament d’Educació a las aulas se podrá ir sin mascarilla. Es decir, les damos la razón a los adolescentes que durante el verano han estado paseando impunemente sin mascarilla. Todo esto me lleva a afirmar que la nueva normalidad para los vulnerables será a través de políticas de protección o no será. La nueva normalidad es una cárcel para las personas vulnerables.
Olga Garcia Argentona