El espíritu de Lluch
Ernest Lluch fue un gran político que siempre defendió el diálogo. “Gritad, gritad más fuerte porque mientras gritéis no mataréis”. Con estas palabras se dirigió a los manifestantes de la izquierda abertzale que le abucheaban en un mitin en la capital donostiarra. Abucheos que poco después se convirtieron en las balas que acabarían con su vida hace ahora 20 años. Y si hoy gozamos de una sanidad gratuita y universal se debe en gran parte a él, pues sentó las bases durante su etapa de ministro de Sanidad.
Me acuerdo de aquel fatídico día, pues era un asiduo oyente de la Tertulia de sabios, que hacía en la Ser, y cuando me enteré de la noticia, me pasé días sin quitármelo de la cabeza. Y es que tanto Lluch como sus compañeros de tertulia nos daban auténticas lecciones de concordia y de lo que es dialogar. ¡Qué falta hace hoy el espíritu de Lluch!
Mario Suárez (Pilas) Sevilla