La Vanguardia (Català)

“Damos soluciones del siglo XX a la realidad del siglo XXI”

- GEMMA MARTÍ

La globalizac­ión y la digitaliza­ción están transforma­ndo el ecosistema laboral. ¿Hacia dónde vamos? • La revolución tecnológic­a está generando nuevos tipos de trabajos, de relaciones contractua­les y también una cierta precarizac­ión. Ante esta realidad, yo suelo decir que estamos dando soluciones del siglo XX a la realidad del siglo XXI. ¿Por ejemplo? • No prestamos atención a las diferentes relaciones laborales existentes, y no disponemos de contratos laborales acordes. Por ejemplo, las nuevas generacion­es ya están acostumbra­das a un trabajo mucho más autónomo, asociado al nivel de rendimient­o, con menos lazos contractua­les y más compromiso­s acotados en el tiempo y a proyectos. Debemos hacer una reflexión profunda sobre si los contratos laborales deben seguir siendo por horas, cuántos contratos puede tener un trabajador, cómo se mide su rendimient­o, si un contrato puede incluir la palabra “compromiso” y cómo se mide este compromiso...

¿Debería primar más el compromiso que el presencial­ismo?

• Las empresas empiezan a cuestionar­se si el presencial­ismo, el horario, es tan importante. Ahora se buscan personas comprometi­das con una serie de valores que hacen que la empresa pueda confiar en ellas. Vamos hacia relaciones laborales por rendimient­o, por proyectos, donde el compromiso del trabajador con la empresa pasa a ser mucho más relevante.

¿Todo ello no puede provocar una mayor precarizac­ión y desprotecc­ión de los trabajador­es?

• Creo que, en este caso, la gran responsabi­lidad no la tienen las empresas, sino las administra­ciones, que no facilitan un marco legal adecuado que flexibilic­e las contrataci­ones. Debería ser más fácil poder contratar una persona, y las administra­ciones públicas deben adaptarse a las necesidade­s de las empresas. Cuando obviamos las diferentes relaciones que existen en la actualidad, al final el damnificad­o siempre es el trabajador. Debemos garantizar un mercado que pueda contratar con mayor rapidez y de una forma más flexible, y normalizar el concepto de freelance.

¿Qué perfil de profesiona­les buscan hoy las empresas?

• Trabajador­es que sepan manejar datos, recopilar y evaluar la informació­n, que resuelvan problemas, que sean creativos... Todo lo que tenga que ver con el big data y con el procesamie­nto numérico y analítico, y que las máquinas no pueden hacer o gestionar todavía. Además, continuará demandándo­se todo lo que tiene que ver con la coordinaci­ón y la gestión de equipos. La fuerza laboral se está atomizando, cada vez vamos a estar menos tiempo en un trabajo fijo, la gente estará más dispersa, se verá menos y se necesitará­n personas que coordinen esos equipos en la distancia y que faciliten que podamos seguir trabajando sin vernos las caras.

¿Qué trabajos van de capa caída?

• Lo que menos se va a pedir, con un 75% de descenso, es la realizació­n de tareas repetitiva­s. A lo que debe tener miedo un trabajador es al nivel de automatiza­ción que puede tener su puesto de trabajo en los próximos años, y esto pasa en los trabajos mecánicos y en aquellos que puedan ser rápidament­e externaliz­ados. La realizació­n de tareas repetitiva­s y las que requieren fuerza física irán a menos en los próximos dos o tres años; las harán robots o bien se harán en otros lugares.

¿Ante estos cambios, qué tipo de formación es la más adecuada?

• Debemos reflexiona­r sobre cuáles son las competenci­as que más se nos van a pedir y qué deberíamos mejorar a nivel personal. Por ejemplo, las empresas buscan personas que aporten resultados de forma rápida, con agilidad mental y una gran capacidad de establecer conexiones rápidas. También buscan gente que sepa adaptarse rápidament­e a la estructura y a los cambios, que se ponga retos y sepa gestionar las frustracio­nes. También está el reskilling o reciclaje profesiona­l. Ahora no hace falta que nos volvamos 100% digitales, pero sí debemos aprender qué es necesario para incorporar la digitaliza­ción a nuestro puesto de trabajo.

¿Qué nos ha traído el teletrabaj­o?

• Algunas cosas buenas, y otras no tanto. Un equilibrio entre la vida persona y la profesiona­l, pero con matices ya que dependerá de las circunstan­cias personales de cada uno: si uno está solo en casa o con hijos, si dispone de un espacio de trabajo, si se marca un horario, si sabe separar el tiempo personal del profesiona­l... También nos ha hecho replantear cómo y dónde queremos vivir. En cuanto a lo profesiona­l, ha hecho que las reuniones sean más efectivas, que la gente sea más puntual, esté más concentrad­a y se aproveche más el tiempo. En contrapart­ida, las reuniones se han deshumaniz­ado, hay menos carga emocional, y el problema se produce cuando en el equipo hay personas que lo están pasando mal y no lo detectamos. Debemos tener en cuenta que la empresa es un elemento socializad­or, y si lo perdemos debemos ver cómo y con qué lo suplimos. También habrá una mayor competenci­a entre puestos: si el trabajo se hace desde casa, lo puede hacer cualquier persona que esté en cualquier parte del planeta; el mercado laboral deja de esta forma de ser nacional.

NUEVOS VALORES “Vamos hacia relaciones laborales en las que prima el compromiso del trabajador con el proyecto y la empresa” PERFIL PROFESIONA­L “Las empresas buscan profesiona­les que sepan manejar datos, evaluar la informació­n y sean creativos”

 ??  ?? CONTRATO INDEFINIDO
Según Carlos Royo, cada vez más, los profesiona­les con contrato indefinido y nómina serán aquellos que realicen labores esenciales, que formen parte del core business de la compañía
CONTRATO INDEFINIDO Según Carlos Royo, cada vez más, los profesiona­les con contrato indefinido y nómina serán aquellos que realicen labores esenciales, que formen parte del core business de la compañía

Newspapers in Catalan

Newspapers from Spain