BIZIT EUSKADI, UNA LLAMADA A VIVIR UN TERRITORIO EXCEPCIONAL
Una Euskadi plural, con una gran riqueza y variedad turística. Esta es la propuesta de turismo que van a encontrar los visitantes y turistas que se acerquen al País Vasco este verano
Euskadi como destino turístico es siempre un opción ganadora. Razones no le faltan; su territorio reúne múltiples atractivos: sus espacios naturales –tanto interiores como de costa–, su patrimonio cultural, su rica y variada gastronomía y sus tradiciones culturales, entre muchos otros. Pero si por algo se distingue también es por ser un modelo de turismo responsable y sostenible, un objetivo que compromete a todas las entidades y personas que integran el sector turístico y a todos los ciudadanos y visitantes.Cada vez más el viajero quiere vivir experiencias únicas, sentir la inmersión del lugar que visitan de una manera más local, como los propios habitantes. Y en Euskadi se han propuesto que se sientan como uno más, porque esa es la mejor manera de que quieran volver y se conviertan en auténticos embajadores del destino. Por eso, la campaña turística de Euskadi para este verano crea un concepto, Bizit Euskadi, a partir de dos términos: el 'visit' inglés, que invita a acercarse, y el verbo 'bizi' en Euskera, que significa 'vida'. Porque de eso se trata, de acercarse a Euskadi para vivirla intensamente.
TRADICIÓN, MODERNIDAD Y SOSTENIBILIDAD
Una campaña que muestra la nueva y moderna Euskadi que no renuncia a sus tradiciones, multicultural y con una gran riqueza y variedad turística. Y donde siempre deleita una variedad gastronómica que reúne restaurantes tres estrellas Michelin, pasando por sidrerías, asadores y su excepcional cocina en miniatura con unas barras de pintxos que son todo un espectáculo para la vista y el gusto. Euskadi ofrece una inmensa diversidad de planes en apenas dos horas de distancia. Y con una apuesta clara por un turismo sostenible y responsable, respetuoso con el entorno y que quiere hacer sentir a sus visitantes como parte del mismo.
El otro lado del océano Atlántico ofrece mucho más que grandes ciudades como Nueva York, Washington o Chicago. Además de una oferta abrumadora de cultura, 'shopping' y callejeo, la costa de los estados desde Main hasta Florida cuenta con playas y carreteras secundarias donde descubrir una naturaleza espectacular: desde paisajes vírgenes a pie de playa, a pantanos, ballenas y delfines
Empezar la ruta en Boston, situada en el estado de Massachussets, es optar por la más europea de las grandes urbes norteamericanas. Es una de las ciudades más antiguas, con profundas raíces históricas, la más grande de Nueva Inglaterra y con muchos lugares para visitar. A tan solo 25 km de la ciudad se encuentra Salem, la mítica ciudad de brujas. Una ciudad alegre con múltiples atracciones que dista mucho de aquella comunidad azotada por la superstición y el fanatismo.
Seguir hacia el sureste del estado de Massachussets significa encontrar la ciudad de Plymouth y la península de Cape Cod. Conocida por ser el lugar donde desembarco el primer barco que cruzó el Atlántico, es la principal urbe de una zona de playas en las que se avistan ballenas, marismas y preciosos pueblos. No podemos alejarnos de Cape Cod sin parar en New Bedford, una bonita ciudad costera que sirvió de inspiración a Herman Melville para crear la inolvidable historia de "Moby Dick".
DE LONG BEACH A LAS ADIRONDACKS
El segundo destino de la ruta se encuentra cerca de la megalópolis de Nueva York. Muy típica y explotada, pero un lugar que todo el mundo debería visitar una vez en la vida, Long Beach es una larguísima playa de arena suave, buenas olas y unas cuantas gaviotas imprudentes. Una zona con una oferta muy amplia dónde después de nadar y tomar el sol se puede disfrutar de sus (sigue en la página 36).
mejores bares y restaurantes al puro estilo Coney Island. En el lado opuesto de la región de Nueva York se encuentran las pintorescas vistas de Las Adirondacks, muy recomendables si se dispone de tiempo. Esta zona cuenta con más de 600 ríos, lagos y otros canales y está jalonada por pueblos rústicos de montaña. Uno de ellos es Lake Placid, que pasó a la popularidad por ser el hogar de los Juegos Olímpicos de Invierno entre 1932 y 1980.
CASAS VICTORIANAS Y AMISH
Un par de horas en coche hacia el sur bastan para llegar a Philly, como se conoce popularmente a la antigua capital del país, Filadelfia. La sexta ciudad más grande de Estados Unido y la más grande de Pensilvania destaca por su rica historia, exhibida en la campana de la Libertad y el salón de la independencia, lugar donde se firmó la Declaración de Independencia y la Constitución. Pasado al margen, Filadelfia es famosa también por Cape May, uno de los destinos de vacaciones más antiguos de los Estados Unidos. Un precioso escape costero resguardado por pintorescas casas victorianas del siglo XIX. En sus finas arenas se encuentran los Cape May Diamonds, pequeñas piedras de cuarzo transparentes que llegan ahí arrastradas por el río Delaware. El estado de Pensilvania cuenta con otra de las, para algunos, principales curiosidades del país, la región Amish de Lancaster, situada en Pensilvania. Visitarla es hacer un viaje hacia atrás en el tiempo y contemplar la vida como era en el s. XVII. Esta zona del país no es la única comunidad anabaptista en los Estados Unidos, pero sí la más grande y está a poco más de 100 km por carretera desde Filadelfia.
LAS PLAYAS CERCANAS A WASHINGTON
Siguiendo el viaje hacia el sur, de nuevo la historia se impone. Fue en Washington donde Martin Luther King pronunció su famosísimo discurso: “I have a dream”, las mismas palabras con las que el entonces presidente Obama conmemoró la más reconocida reivindicación de la igualdad en los Estados Unidos en 2013. Desde la capital encontramos dos posibles destinos de costa: el más conocido Outer Banks, en Carolina del Norte, un popular destino vacacional de playas tranquilas cubiertas de praderas marina, custodiadas por faros históricos, como el Cape Hatteras Lighthouse y el Currituck Beach Light House. Y Rehoboth Beach, situada a 182 kilómetros al suroeste de Baltimore y uno de los destinos de verano favoritos de los residentes de Washington D.C. La población de esta ciudad costera aumenta, cada verano, de 1.400 a más de 25.000 habitantes.
MIAMI Y LAS CONOCIDAS SALIDAS DEL SOL
Ya de camino a Miami, es obligatoria una parada en Jacksonville Beach, sin duda una de las mejores playas de Florida. Conocida como la “primera costa” por ser una tarjeta de visita de Florida, es una playa larga y ancha muy popular por su combinación única de historia, ocio y eventos. Un buen sitio para ver el sol elevarse sobre el océano Atlántico. Llegar a Miami significa disfrutar de playas paradisíacas acompañadas de un clima subtropical. La ciudad al sureste de Florida presume de una costa de arena blanca y aguas cristalinas. South Beach es la playa más concurrida y famosa de la ciudad; el estereotipo de la imagen de Miami, un hervidero de energía, al lado de Ocean Drive, donde se hacen realidad todos los tópicos. Durante el día invita a disfrutar de las aguas cristalinas y por la noche es un escenario de luz y color en una de las zonas más animadas de todo el país.
GRANDES PLAYA , RÍOS, LAGOS Y CANALES BAÑAN LA COSTA DESDE BOSTON PASANDO POR NY Y MIAMI