'ROUTERS' SOSTENIBLES
A pie, en bici o a caballo, no hay duda de que para apreciar el entorno hay que olvidar las prisas…, y para respetarlo prohibir el tráfico motorizado
Cuenta la leyenda que en el inicio de los tiempos un mono podía cruzar la Península Ibérica saltando de árbol en árbol. Hoy no sería posible, pero España aún puede exhibir con orgullo su primera posición como país europeo con mayor biodiversidad, un tesoro a conservar, difundir y disfrutar. Así, si hoy no podemos cruzar de norte a sur saltando de rama en rama, casi sí que lo podemos hacer saltando de una ruta sostenible a otra, sea verde o azul. Antiguas vías de ferrocarril, canales, caminos de sirga, vías pecuarias y sendas son la base sobre las que se han trazado multitud de caminos naturales que suman, según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, más de 10.300 kilómetros. Se suman los 500 km de senderos azules, el trazado que bordea la costa, desde el Camí de Ronda, que parte del extremo norte de la Costa Brava y recorre buena parte de litoral catalán, hasta Islantilla, en Huelva, y que llega, por el norte, desde Noja, en la ruta de la costa cántabra, hasta la senda litoral de A Guarda, en Pontevedra. Por comunidades, Galicia es la que más rutas sostenibles ofrece con un total de 29 senderos azules, seguida de la Comunidad Valenciana (19), Andalucía (12), Principado de Asturias (6), Catalunya (5), las Islas Baleares y Región de Murcia (4), las Islas Canarias (3), Cantabria (2) y Extremadura (1).
DEL NORTE AL MEDITERRÁNEO
¿Por qué no combinar el verde del paisaje gallego y cantábrico con el azul del mar saltando de trazados por zonas de vegetación frondosa a senderos azules? Por el momento la Vía Verde del Eo es la única que se encuentra en Galicia. Tiene un trazado de doce kilómetros entre Asturias y Galicia, junto a los bosques de la ribera del río Eo. En su recorrido se cruzan seis túneles y un viaducto, además del Palacio del Pacio en San Tirno y los increíbles hornos de calcinación de A Pontenova. Dicha ruta se puede conocer en bicicleta, a pie, o incluso en patines.
Asturias, en cambio, destaca con sus nueve itinerarios, incluyendo la ya citada Vía Verde del Eo, de la que no queda muy lejos la Senda del Oso en pleno Parque Natural de Las Ubiñas–La Mesa, un antiguo trazado del tren minero del siglo XIX, que se ocupaba de unir Taverga y Quiros. Son 36 kilómetros de bosques atlánticos y valles montañosos que albergan multitud de actividades y puntos de interés como la Casa del Oso, sede de la Fundación Oso de Asturias, asomarse al desfiladero de Peñas Juntas o descubrir el conjunto rural bajomedieval de Bermiego.
Desplazarse hasta la costa también es una opción y es que tan solo a 76,2 kilómetros se encuentra Lamuño, un precioso pueblo de la costa de Cudillero situado en lo alto de un acantilado. Este es el punto de inicio de un sendero costero hasta la playa de la Concha de Artedo. Una preciosa ruta asfaltada que discurre a través de los acantilados hacia el mar. Un poco más al este, el País Vasco puede presumir de ser la comunidad autónoma del norte de España con más Vías Verdes. En total 15 itinerarios distribuidos por Álava (2), Guipúzcoa (7) y Vizcaya (6). En Álava, la Vía Verde del Ferrocarril Vasco Navarro discurre por el antiguo trazado de tren que unía Bergar con Estella pasando por Vitoria/Gasteiz, conocido popularmente como “El Trenico”. Un total de 84 kilómetros en los cuales el visitante podrá disfrutar de un variado paisaje que incluye desde zonas urbanas e industrializadas hasta zonas más rurales y naturales de gran belleza. Una oportunidad única de sumergirse en la historia de este peculiar tren, visitando los vestigios que aún perduran del antiguo ferrocarril.
Con 167,5 kilómetros que la coronan como la más larga de España, la Vía Verde de los Ojos Negros une Teruel con la costa valenciana. Sigue los pasos del tren que transportaba hierro desde las minas de Ojos Negros hasta las siderurgias de Sagunto. Un recorrido en el que el viajero cruzará viaductos como el de la Rambla de Peñaflor o el Barranco de los Judíos, disfrutando de pasajes conquistados por las encinas y terrenos de trufa negra. Ya en territorio valenciano la oferta se traslada a pie de costa: cuenta con seis senderos azules galardonados por la ADEAC (Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor), ubicados en Cullera, Miramar, Valencia, Gandía, Tavernes de la Valldigna y Xeraco.
Sin dejar la costa mediterránea y subiendo hacia el norte, la mejor manera de conocer la costa de la provincia de Girona es recorrer los Caminos de Ronda de la Costa Brava. Senderos que fueron creados para vigilar el contrabando por mar y para que los pescadores pudieran desplazarse de cala en cala. Hoy en día, cuidados y accesibles, son todo un icono de esta línea costera. De entre estos famosos cinco caminos, el más bonito y cuidado es el que transcurre entre Sant Feliu de Guíxols hasta S’Agaró. Este elegante Camino de Ronda se puede iniciar en Cala Jonca, o bien reducirlo empezando en la Playa de Sant Pol, en Sant Feliu de Guíxols. Su recorrido este marcado por las vistas de casa señoriales y lujosas urbanizaciones en primera línea de mar. Además, de dos pequeñas calas de aguas turquesas que sin duda sorprenden: Cala Ametller y Cala Maset. En su último tramo, el favorito de muchos, se puede disfrutar del mirador Punta d’en Pau que, sin duda, no decepciona.
LOS SENDEROS POR LA COSTA Y LAS ANTIGUAS VÍAS DEL FERROCARRIL LBERGAN RECORRIDOS CON PAISAJES ÚNICOS