Dos especies y un destino
El Ayuntamiento de Barcelona ha decidido sustituir el plátano de sombra mediante un mecanismo poco doloroso a ojos de los ciudadanos: dejarlos morir. Sencillamente dejándolos a su suerte, de modo que cuando estén raquíticos, decrépitos y sin hojas a nadie le parecerá mal que se talen; ya no serán útiles e incluso puede que sean peligrosos. Con la atención primaria se va a seguir el mismo procedimiento; solo en Catalunya, en los próximos cuatro años se jubilará el 25% de la plantilla médica, y no hay previsto recambio.
Cada vez resulta más difícil encontrar también trabajadores del resto de categorías profesionales; es normal, a nadie le gusta subirse a barcos que han sido abandonados a la deriva.
La están dejando morir; aunque, a diferencia de los plátanos, a la primaria no la van a sustituir por otros árboles: será un desierto.
Elena Bartolozzi Médica de familia Barcelona