Sin las áreas metropolitanas, la Agenda 2030 es inalcanzable
Las grandes conurbaciones urbanas acogen más de la mitad de la población mundial y son clave para la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible que fija la Agenda 2030
Más de la mitad de la población mundial vive en ciudades y se espera que en 2050 el porcentaje llegue al 66%. Replantear las ciudades y las grandes áreas metropolitanas es crucial para conseguir los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que los líderes mundiales pactaron en septiembre de 2015. El pasado 31 de octubre, con ocasión del Día Mundial de las Ciudades, el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, destacó el papel de las áreas urbanas en el logro de los ODS. Las acciones que emprenden las ciudades a nivel local para crear un mundo sostenible repercutirán a nivel mundial, aseguraba Guterres, mientras subrayaba la necesidad de acelerar el progreso hacia un futuro más justo y equitativo para las personas y el planeta. Pero ya hemos pasado el ecuador del tiempo fijado para conseguir los 17 Objetivos en 2030 y vamos con retraso.
“En una variedad de objetivos críticos, desde la pobreza y el hambre hasta la igualdad de género y la educación, no estamos viendo avances, sino retrocesos”, lamentó el secretario general de la ONU, que añadió que las consecuencias están siendo dramáticas y citó el aumento del caos climático, de la pobreza y de las desigualdades.
En la actualidad, las ciudades ocupan menos del 2 % del total de la superficie terrestre del mundo, pero producen el 80 % del producto interno bruto (PIB) mundial y más del 70 % de las emisiones de carbono.
"POBRES URBANOS"
“La velocidad y la escala de la urbanización plantean problemas para garantizar la disponibilidad de vivienda, infraestructura y transporte adecuados, y contribuyen a los conflictos y la violencia”, aseguran desde Naciones Unidas. Casi mil millones de personas están clasificadas como “pobres urbanos” y la mayoría vive en asentamientos urbanos informales. Además, las ciudades están a la vanguardia de los impactos climáticos. Las previsiones indican que, a finales de este siglo, podrían calentarse hasta 4 °C; 21 de las 33 megaciudades del mundo se asientan en áreas costeras bajas y casi 700 millones de personas viven en zonas urbanas a menos de 10 metros sobre el nivel del mar. Las ciudades también son muy vulnerables a la interrupción de los suministros críticos, incluidos los alimentos, la energía y la movilidad. Y para 2050, se estima que el 80% de todos los alimentos producidos se consumirán en las ciudades. Hay muchos gobiernos locales y regionales que están impulsando proyectos para conseguir ciudades más sostenibles, eficientes y saludables. “Muchas
“En una variedad de objetivos críticos, desde la pobreza y el hambre hasta la igualdad de género y la educación, no estamos viendo avances, sino retrocesos” António Guterres
Alrededor del 55 % de la población mundial, 4.200 millones de habitantes, vive en ciudades. En la imagen, calle comercial en Roma
ciudades lideran la transición a la energía renovable y están estableciendo objetivos creíbles de cero emisiones netas, además de construir infraestructura resistente al clima”, según Guterres, que insistió en que las medidas que tomen las ciudades hacia la sostenibilidad se sentirán en todo el mundo. Porque, “las políticas transformadoras que impulsan hoy pueden catalizar el cambio que salvará vidas y medios de subsistencia en todas partes mañana”.
Para transformar las grandes urbes, los gobiernos locales cuentan con la Nueva agenda Urbana, un marco creado en 2016 que promueve la urbanización sostenible y que surgió de la Conferencia Hábitat iii en Quito; y la Coalición Local 2030, una asociación entre la oNU y los líderes gubernamentales. además, en junio de este año se celebró en Katowice, Polonia, el Foro Urbano mundial, organizado por el Programa de asentamientos Humanos (oNU-Hábitat) que trató sobre la recuperación y reconstrucción de la crisis urbana tras la pandemia de la covid-19.
REDOBLAR ESFUERZOS
oNU-Hábitat advirtió que las tensiones aumentarán a medida que avance la urbanización del mundo, que en algunas regiones registra un ritmo increíblemente rápido. “si bien la realidad actual es sin duda muy difícil, debemos mantener nuestro enfoque y redoblar nuestros esfuerzos en materia de desarrollo sostenible”, apuntó maimunah mohd sharif, directora ejecutiva de oNU-Hábitat. “Necesitamos urgentemente soluciones innovadoras para que las áreas urbanas respondan a esta crisis triple C de covid, clima y conflicto, que está teniendo un impacto devastador en las ciudades, dejando atrás a las
Desde 2018, cada 7 de octubre se celebra el Día Mundial Metropolitano, en conmemoración del aniversario de la 'Declaración de Montreal sobre Áreas Metropolitanas' (2015), que tuvo por objetivo promover la cooperación metropolitana para lograr un desarrollo sostenible a nivel global. Promueven la cita cada año la red global de grandes ciudades y espacios metropolitanos, Metropolis, junto a ONU Hábitat.
En la celebración de este año, la alcaldesa de Bogotá y presidenta de Metropolis, Claudia López, lanzó una llamada a la acción centrada en los cuidados, que destaca la importancia de fortalecer la capacidad de respuesta de las principales ciudades y metrópolis del mundo en un contexto de emergencias complejas que son cada vez más frecuentes. En el documento final, titulado Ciudades al límite, afirman que “la tormenta perfecta azota las grandes ciudades del mundo”. “Nuestras economías, todavía afectadas por la pandemia, sufren de lleno la disrupción de los flujos económicos globales. El cambio climático golpea nuestros territorios con episodios extremos cada vez más frecuentes. La inseguridad alimentaria se ha convertido en una preocupación diaria para millones de personas. El número de personas desplazadas internas y refugiadas está en su máximo histórico”, enumeran. Además, denuncian el crecimiento de una nueva pobreza, “que a menudo tiene rostro de mujer. Las mujeres están sobrerrepresentadas en las profesiones más afectadas, los empleos más precarios e inestables, y en los cuidados en el ámbito familiar y comunitario. Además, durante la pandemia aumentó la violencia contra mujeres y niñas”. Por todo ello, se comprometen a “cuidar de las personas y del planeta, y dotarnos de las capacidades a escala metropolitana”. Y lo harán “situando el cuidado de las personas en el centro de nuestros planes de reactivación económica y de nuestra gestión diaria”, trabajando para mitigar los efectos a largo plazo de la pandemia y “planificando el futuro de nuestras ciudades para facilitar que sus habitantes tengan vidas dignas, saludables, seguras y llenas de oportunidades”.
También promoverán el cuidado del planeta, apostando por modelos de movilidad y consumo con menor impacto y sobre los usos del tiempo y la salud de las personas, reduciendo la huella energética de las ciudades y mitigando su contribución al cambio climático.
En el documento también se comprometen a restaurar el entorno natural para reducir riesgos ambientales, resistir mejor a las tensiones climáticas y revertir la pérdida de la biodiversidad.
En cuanto a gobernanza, asumen que los ciudadanos no solo son fuente de datos e información, sino también de soluciones, decisiones y, sobre todo, sujetos de derechos; y quieren dotar a las administraciones locales y metropolitanas de nuevas capacidades de conocimiento, tecnología y gestión directa.
En el mismo documento recuerdan su compromiso por la paz y dan la bienvenida a Kiev como nuevo miembro de Metropolis, así como a Macasar y a la Autoridad Metropolitana de Kocaeli.