El buen soldado Jaroslav
Narrativa Historia de un desertor checo que marcha con los aliados, contada en el tiempo en que una bala sale del fusil enemigo y llega a su cerebro
¿Podemos hacernos cargo realmente de lo que ocurrió en la historia? ¿Hay algún modo de recuperarla de una manera fresca y tangible, más allá de la pesquisa erudita y la inmersión arqueológica? ¿Por dónde hay que tirar del hilo, para visualizar el pasado, nuestro pasado común? Eva Díaz Pérez (Sevilla, 1971) se lanza a contestar tales cuestiones, encarándose nada menos que con la, para ella, en principio, remota Gran Guerra, tratando de rescatar el pulso terrorífico de aquella triturante contienda, y afanándose por devolver identidad (y dignidad) a tantas vidas anónimas caídas como muñecos en las trincheras.
Su “soldado sonámbulo de Ver- dún” del título es Jaroslav Smoljak, un desertor del ejército austrohúngaro que prefiere combatir al lado de los aliados, y cuya historia nos es contada en el periodo de tiempo que va desde que una bala sale de un fusil enemigo hasta que llega a su destino, el cerebro de este joven checo de 26 años cuyo casco quedará olvidado en el campo de batalla durante noventa años. Como Borges en su célebre poema evocador del abuelo paterno caído en combate (“Lo dejo en el caballo, a esa hora/ Crepuscular en que buscó la muerte”) Eva Díaz conjura la curva entera de la existencia de ese Jaroslav, fabulándola antes de que un disparo la siegue. Y en un acto de recordación torrencial, yendo desde la amerengada Viena