Arquitectura en tres días
Tendencias 72 Hour Urban Action es un proyecto de arquitectura cívica que, en un dinámico formato tipo gincana, reinvindica la recuperación del espacio público y de la función social de esta disciplina
“En 12 meses hemos visitado 12 ciudades y nueve países, hemos dado once conferencias, impartido tres talleres y lanzado la primera competición internacional de arquitectura en tiempo real”. Con esta concisión los responsables del proyecto 72 Hour Urban Action resumen su frenética actividad desde su fundación, hace algo más de un año. Un frenesí que no parece vaya a perder fuelle en el 2012 porque su idea, una competición de arquitectura a tiempo real durante tres días, ha sido un éxito.
Kerem Halbrecht, un arquitecto israelí que vive en Tel Aviv-jaffa, es el artífice de este singular proyecto, fruto de su preocupación por los usosdelespaciopúblicoenunmun- do cada vez más privatizado. Junto a él, como codirectora, está Gilly Karjevsky, una energética planificadora cultural de 32 años, especializada en intervenciones en el ámbito público y asimismo residente en Tel Aviv-jaffa. Ellos dos y su reducido equipo fueron los organizadores de la primera de las competiciones de 72 Hour Urban Action. Tuvo lugar en la Bienal internacional deurbanismode Bat-yam,unaciudad situada en la periferia de Tel Aviv cuyo alcalde, Shlomo Lahiani, es descrito por Karjevsky como un “político de guerrilla”.
La demanda para participar en esta primera edición de 72 Hour fue enorme. Cuenta Karjevsky (quien estuvo, el pasado enero, en el programa eme3_on, del Festival Internacional de Arquitectura de Barcelona) que recibieron 450 solicitudes desde 40 países distintos. “Seleccionamos a 120 personas, agrupándolos en diez equipos para así crear la máxima variedad posible de bagajes culturales y de expertos”, explica. Cada equipo contaba con un miembro local para facilitar la inmersión y la comunicación con la zona a intervenir. El reto: en tres días y tres noches los equipos, con un mismo presupuesto (facilitado por la Bienal), tenían que materializar un proyecto urbanístico, asignado de forma aleatoria el primer día, que implicara una mejora para la comunidad. Siempre siguiendo la filosofía de la Acción urbana, entendida comoel diseño cívico que implica a re- sidentes, políticos y profesionales.
De entre los diez proyectos se premiaron tres. El primero, la intervención en un bloque de pisos reconvertido en una residencia de ancianos. Una reconversión apresurada, que había dejado a los residentes sin espacios de asueto. El equipo adecuó para ello el área de la entrada: el único espacio con potencial para socializar y vivir cerca de la calle. Se alargaron y fabricaron más bancos, se colocaron zonas de sombra y se iluminó el área con un impresionante candelabro hecho con materiales de reciclaje, creando así un espacio de ocio “de calidad y acogedor”. Otro proyecto galardonado fue la conexión, mediante un túnel de madera, de dos calles de muy distinta naturaleza: una peatonal y otra asfixiada de tráfico. El tercero, la transformación de un solar abandonado en un área verde a partir de las necesidades de los residentes.
Para los responsables de 72 Hour, este diálogo con los vecinos es fundamental para llevar a cabo la acción urbana, aunque es también clave para que cualquier tipo de arquitectura, independientemente de su escala, funcione. “Es fundamental involucrar a los ciudadanos y otra de nuestras aspiraciones es expandir el vocabulario urbano de las personas, que vaya más allá de los básicos como iluminación y limpieza…”, explica la organizadora. Porque su proyecto, pese a su vertiente muy lúdica, tiene un componente reivindicativo importante, que denuncia la progresiva reducción del espacio público y reclama la necesidad de involucrar a los ciudadanos en su recuperación. ¿Es también una manera de restituir la función social de la arquitectura? “Absolutamente”, responde Karjevsky, para quien las políticas neoliberales de estos últimos años han provocado la pérdida de la responsabilidad social de esta disciplina. “Aunque no es culpa de los arquitectos sino un resultado del sistema”, puntualiza.
Karjevsky participo en Barcelona en el Taller Urban Activators, la primera actividad de la programación de eme3_on para el 2012. Junto a ella estaba el francés Simon Jacquemin, de Bellastock: una plataforma de investigación y experimentación arquitectónica que organiza anualmente un festival para crear una ciudad efímera. El equipo de 72 Hour… también estará ocupado los próximos meses: las acciones urbanas se llevarán a cabo en Stuttgart y en Long Island. El proyecto en esta ciudad se centrará en la zona de Dutch Kills, cuyas normas urbanísticas fueron revisadas recientemente con el fin de mantener y fomentar los usos del espacio público. Ahora de lo que se trata es de invitar a residentes, profesionales y responsables del gobierno local a dialogar sobre las necesidades. El objetivo: conseguir vivir mejor.