Nomatarás
Los novelescos diarios del terrorista Borís Sávinkov nos descubren a un inclasificable y carismático personaje de la Rusia revolucionaria
“Dicen: ‘no matarás’ (...) No sé por qué no se debe matar”. Así habla el terrorista Borís Sávinkov (Járkov, 1897-Moscú, 1925), cuyas dudas y contradicciones podemos ir recopilando a lo largo de dos libros escritos en forma de diario, El caballo amarillo (2009) y el recién aparecido El caballo negro, ambos publicados por Impedimenta en lo que constituye la reivindicación de un potentísimo atractivo literario. Revolucionario, dandy, poeta, novelista, mujeriego, asesino, anarquista, nihilista... Todos estos son adjetivos que de una forma u otra definen a Sávinkov, un sujeto de enorme complejidad identitaria que asistió en primera persona a la formación de la Unión Soviética, primero como antizarista y más tarde como antisoviético.
Nacido en la actual Járkiv (Ucrania) en el seno de una familia liberal, la actividad política de Sávinkov arranca mientras estudia Derecho en Sant Petersburgo. Tras ser expulsado de la universidad en 1899 por participar en el movimiento estudiantil, abandona Rusia de forma ilegal para refugiarse en Ginebra, influido por la “abuela de la revolución” e impulsora de la deriva terrorista Ekaterina Brechko-Brechkovskaia. Allí co- noce al agente Azev, responsable de introducirle en la lucha armada y guiarle en su bautismo de fuego: el asesinato del Ministro del Interior Plehve en 1904. Apartir de entonces empieza una notable carrera como terrorista que lo lleva a ser condenado a muerte en 1906, condena de la que logra escapar fugándose a Francia, vía Rumanía, donde se codea con la bohemia parisina hasta el punto de hacerse íntimo de Picasso, Cendrars, Modigliani o Apollinaire, que se refe-
Personalidades de la bohemia parisina como Picasso o Apollinaire se referían a él como “notre ami l’assassin”
rían a él como “notre ami l’assassin”. Pese a ser nombrado comisario político del 7.º ejército y Ministro de la Guerra tras la revolución de febrero de 1917, con la subida al poder de los bolcheviques Sávinkov pasa a la oposición armada. Desde esa posición intentará sin éxito luchar por una “tercera Rusia”, ni monárquica, ni bolchevique: demócrata y campesina.
Incapaz de identificarse con una tendencia en particular, las