El amor accidental
Abraham B. Yehoshua (Jerusalén, 1939) publicó El amante en 1977. Se trataba de su primera novela y con ella obtuvo un éxito clamoroso que se consolidó más tarde con obras de la talla de Viaje al fin del milenio, Una mujer en Jerusalén o El cantar del fuego. Duomorecupera ahora aquella obra primeriza, en la que ya aparecen tanto la escritura como las temáticas que convertirían a este descendiente de sefarditas en una de las grandes voces de una literatura como la israelí que justamente no anda escasa de ellas, y en el que mejor, dentro de esta, ha sabido retratar a los israelíes árabes y la convivencia con sus connacionales judíos.
El amante arranca de una premisa ciertamente atrevida: un hom- bre parte en busca del amante de su esposa, desaparecido en la guerra de Yom Kippur. A través de diferentes voces, asistiremos a la llegada de Gabriel Arditti, un israelí judío afincado en París desde joven, para hacerse cargo de la herencia de su abuela, postrada en una residencia. La anciana ha perdido la razón, pero se resiste amorir y Adam, propietario de un taller de reparaciones de coches, lo acoge en su casa para que ayude a su mujer, Asia, profesora de instituto, en sus trabajos y correcciones, ante la estupefacción de su hija Dafi, una adolescente de catorce años inteligente y solitaria.
El joven recién llegado se convierte en el amante ante los ojos de toda la familia, que casi lo esperan, se podría decir que lo empujan a ello. Como dice el marido, “quería ver si mi mujer era aún capaz de enamorarse”. Lo es, y cuando Gabriel es llamado a filas para participar en la contienda, pese a sus años de permanencia en Francia, la casa se hunde. Adam parte al frente en su búsqueda en medio de un caos de soldados y reservistas, de militares y burócratas que no entienden su interés por un hombre del que no es siquiera familia y del que prácticamente nada sabe. Cada uno de los persona-