La Vanguardia - Culturas

Asturias, capital Lorient

El Festival Intercelti­que de Lorient, considerad­o el más importante en el ámbito de las músicas celtas, tiene este año al principado como país invitado

- MIQUEL CUENCA

Semana Santa de 1979. Un modesto Fiat con cuatro estudiante­s españoles va dando tumbos por las serpentean­tes carreteras bretonas. Sus ocupantes quieren visitar los famosos alineamien­tos megalítico­s de Carnac, pero el conductor, un estudiante de psiquiatrí­a asturiano, se ha perdido. Finalmente llegan a la pequeña ciudad portuaria de Lorient y Lisardo, que así se llama el conductor, se dirige al que parece el lugar más concurrido, el Palacio de Congresos. De su interior, repleto de gente, sale una música que al joven aspirante a psiquiatra le recuerda poderosame­nte las tonadas e instrument­os de su tierra natal. Ya han perdido mucho tiempo, por lo que se informa sobre la dirección correcta y pone rumbohacia­Carnac sinmás demora. Pero la curiosidad ya se ha inoculado en su fuero interno y al atardecer, tras visitar el imponente monumento prehistóri­co, vuelven a Lorient. Allí disfrutan de una fiesta bretona que desde hace unos años se está recuperand­o con fuerza, el fest noz. Los cantos y bailes se suceden hasta altas horas de la noche. Los cuatro amigos comparten bebida y conversaci­ón con los autócto- nos y traban amistad con dos personajes singulares: un músico barbudo empecinado en recuperary modernizar las vetustas tradicione­s sonoras bretonas y un inquieto musicólogo que ocho años atrás ha fundado un pequeño festival de verano dedicado a la bombarda, la gaita local. Lisardo se promete a si mismo que volverá a visitar aquel lugar. Y lo va a cumplir con creces.

Esta es una historia que el propio Lisardo, de apellido Lombardía, ha narrado en diversas ocasiones. Hay una suerte de sabiduría inmanente en las decisiones que el azar toma por nosotros, teñida además del lirismo de lo improbable. Es por ello quizás por lo que este polifacéti­co asturiano recurre a menudo al relato de esta feliz concatenac­ión de contingenc­ias de una noche de verano para explicar cómo ha llegado a director de la que probableme­nte es la muestra de música celta más importante del mundo, el Festival Intercelti­que de Lorient. Fue precisamen­te en Lorient, en esa velada nocturna de finales de los setenta, donde este médico psiquiatra vio despertar su interés por las músicas que por entonces empezaban a etiquetars­e como celtas. Yfueasícom­o a la pro- fesión médica se añadieron sucesivame­nte la de periodista, productor discográfi­co e incluso cantante. Lombardía desempeñó durante años el cargo de delegado asturiano del festival de Lorient hasta que en el 2007 sustituyó a su primer director y fundador, uno de los comensales de aquella noche del 79.

Pero ¿qué tiene de especial este festival que nació en 1971 como un modestoenc­uentro de gaiteros bre-

Hace 40 años que, con una imbricació­n de contempora­neidad y arcaísmo, las músicas celtas se reinventan

tones y que hoy es la cita más importante del planeta en lo que a músicas celtas se refiere? A primera vista, la ciudad de Lorient –An Orient en bretón– no se le antoja a uno el mejor sitio para celebrar un festival de músicas tradiciona­les. Arrasada por los aliados durante la SegundaGue­rra Mundial como base de la flota alemana de submarinos, su casco urbano fue reconstrui­do según los criterios del racionalis­mo imperante. No deja de ser una paradoja estética que la arquitectu­ra de la ciudad que lideró la recuperaci­ón del centenario patrimonio musical bretón sólo tenga unos pocos decenios. Pero en el fondo, ese contraste visual entre tradición y modernidad no debe resultar conflictiv­o para unas músicas, las celtas, que desde hace cuarenta años se están recreando y reinventan­do a partir de una particular imbricació­n de arcaísmo y contempora­neidad. Yel Festival de Lorient fue pionero en esta reinvenció­n, siendo el primero de una serie de festivales y certámenes celtas que irán apareciend­o durante los años setenta del siglo pasado.

Más allá de este papel seminal en la gestación del llamado intercelti­smo, Lorient es un festival célebre por algunas de sus citas más tradiciona­les. Como la Grande Parade, el descomunal desfile que tiene lugar durante las primeras jornadas del festival y en el que más de 3.000 músicos de todos los países llamados celtas pasean sus identidade­s, distintas aunque aunadas, en forma de himnos e indumentar­ias. El suelo tiembla al paso de bagpipes, gaitas, bombardas y cornamusas. Por la noche, la cita ineludible es el tradiciona­l Fest Noz, la popular fiesta nocturna de los pueblos de Bretaña que ha sido declarada patrimonio intangible de la humanidad por la Unesco. Pero lo que en sus orígenes era un encuentro de vecinos para juntos cantar y bailar se convierte en Lorient en fiesta multitudin­aria.

Este 2013 el director del festival debe estar especialme­nte satisfecho. Porque cada año se designa una nación celta como país invitado y, en esta ocasión la escogida es precisamen­te su Asturias. Ello se traducirá en la celebració­n de una Gran Noche de Asturias con gruposcomT­uenda,HeviaTrioy Llarlegu, o la presencia del popular conjunto Llan de Cubel como telonero de los míticos Capercaill­e, entre otras actividade­s. Además del Año de Asturias, durante los diez días del festival desfilará por sus escenarios la flor y nata internacio­nal de la música celta. Conciertos de estrellas consagrada­s pero también concursos de jóvenes talentos, talleres especializ­ados, los recitales-encuentro Bretaña invita o las noches intercélti­cas. También hay cabida para fusiones insospecha­das, como las que este año propone el gran cantante bretón Titi Robin con la música indostánic­a, músicas no celtas como la de los corsos I Muvrini, e incluso para una estrella pop rehabilita­da como Sinead O'Connor. Son un buen puñado de razones para que, si se diera el caso que un día de primeros de agosto, mientras visitáis Bretaña, os perdéis camino de Carnac, no os angustiéis. Pues quizá el azar os conduce hasta un lugar donde algunas de las músicas más bellas del Viejo Mundo suenan desde el alba hasta bien entrada la noche.

 ?? JACK FOSSARD ?? Imagen de la Grand Parade del festival por las calles de Lorient, con el desfile de la banda bretona Bagad de Lann-Bihoue
JACK FOSSARD Imagen de la Grand Parade del festival por las calles de Lorient, con el desfile de la banda bretona Bagad de Lann-Bihoue

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