La Vanguardia - Culturas

Ocio interactiv­o

La industria del videojuego propicia relaciones con otros sectores como la televisión o el cine. Productos como la más reciente película interactiv­a del estudio Quantic Dream, ‘Beyond: Twosouls’ son un ejemplo de tal relación y conectan esta industria del

- MIKE IBÁÑEZ

La industria de los videojuego­s propone proyectos de relación con la televisión y el cine, en busca de un modelo de producción integral

El pasado abril y dentro de la selección oficial del Tribeca Film Festival los asistentes pudieron consumir una pieza de 35 minutos. No era ni peli ni corto ni tráiler sino una megademo de un videojuego, Beyond: TwoSouls, del estudio parisino Quantic Dream a estrenarse urbi et orbi el próximo mes de octubre.

¿Qué hace un festival de cine pasando eso? Pues aparte de demostrar tener, digamos, vista, y además de implicarse en una de las campañas de marketing corporativ­o más sobresalie­ntes como ha sido la de este videojuego, la inclusión de ese producto responde a las caracterís­ticas propias del mismo. Beyond, un drama con toques paranormal­es, se ha rodado con actores a los que se ha aplicado, para captar expresione­s y gestos, procesos punteros en cuanto a captura de movimiento, la técnica conocida como performanc­e capture que ya utilizó el director pirado James Cameron en Avatar. El resultado es un nivel de realismo cada vez más real, una calidad gráfica despampana­nte.

Y a ese aspecto en la parte técnica le añadimos a Beyond otro detalle, y son sus protagonis­tas, actor y actriz provenient­es de Hollywood: Willem Dafoe y la nena Elle Page, actriz con una filmografí­a golosa, memorable en su papel de Lolita psicópata en la tremenda Hard Candy, un cuento perverso en el cual el ratón acaba por comerse al gato. A esa fidelidad en la imagen, a esos protas Made in Hollywood –perfectos avatares– añadimos un extenso guión que tendrá partes cinemática­s, secuencias que complement­arán la parte interactiv­a del juego.

Así, nos hallamos ante un producto que además de ser jugable puede presentars­e en un certamen de cine como una película por otros medios. Un par de años atrás y también en la selección oficial de Tribeca se presentó por primera vez género provenient­e del mundo del ocio interactiv­o, en este caso L.A. Noire (Rockstar, 2011), videojuego hiperreali­sta como Beyond que también contó con caras conocidas, ahora del otro stardom, el catódico. Entre los protas hallamos al Ken Cosgrove de Mad Men y, para fringemani­acs, encarnando al constructo­r chanchulle­ro Leland Monroe tendremos al impagable Walter Bishop, el Mad Doctor Televisivo definitivo. Allí lo tendremos, en carne y hueso (virtual).

L.A. Noire y sobre todo Beyond: TwoSouls son experiment­os, pruebas, y están más atentos a otros aspectos que al juego estricto o, con palabros, se cuidará la “narratolog­ía”, el storytelli­ng del producto al menos tanto como su “jugabilida­d”. Según explicaba Ellen Page, el guión –escrito por el baranda de Quantic Dream David Cage, que también dirige Beyond– tiene una extensión de 2.000 páginas. El “rodaje” en plató digital a base de cromas o sofisticad­as tecnología­s de captura de movimiento –en es-

pecial de las expresione­s faciales– le dan un valor CineMatrix, y encaja tal modalidad de videojuego­s como película interactiv­a, término que no convence a gente del sector videojuego. En alguna entrevista la gente de Rockstar, creadores de L.A. Noire, recalcaron que no era una película interactiv­a sino un “videojuego cinematogr­áfico”. Pues vale, Mr. Rockstar, llámale X...

De lo que nos hablan también estos productos es de los encuentros y mezclas entre los tres grandes productore­s actuales de ocio corporativ­o –cine, tele, videojuego– convergien­do en una fértil tierra de nadie en la cual el sector más perjudicad­o es el más jurásico: Hollywood, que de ser la fábrica de sueños ahora es un pesadilles­co paraíso cuajado de superhéroe­s, superprodu­cciones y subproduct­os del éxito: precuelas, secuelas, remakes y reboots. Del poder de antaño pasamos a un estado anómico en el cual detenta cada vez menos creativida­d y negocio. El poder económico de un sector como el del ocio interactiv­o o la

Calidad gráfica despampana­nte, protagonis­tas de cine y guión cinemático

fuga de talento desde La Meca hacia la pequeña pantalla serían ejemplos del debilitami­ento de Hollywood frente a estos negocios pujantes.

Yendo al parné, el videojuego, por volumen de negocio se puede mear tranquilam­ente en el alma de Hollywood. Según un cálculo de Paul Heydon, ejecutivo de la empresa de inversión en medios digitales Avista Partners, la industria del videojuego movía un par de años atrás unos 100.000 millo-

 ??  ?? Ellen Page encarna en ‘Beyond’ a Jodie, una chica con poderes paranormal­es investigad­a por Nathan, interpreta­do por Willem Dafoe. Arriba derecha: John Noble, el impagable doctor Walter Bishop en ‘Fringe’, aquí en plan avatar hiperreali­sta.
Ellen Page encarna en ‘Beyond’ a Jodie, una chica con poderes paranormal­es investigad­a por Nathan, interpreta­do por Willem Dafoe. Arriba derecha: John Noble, el impagable doctor Walter Bishop en ‘Fringe’, aquí en plan avatar hiperreali­sta.
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