Aquella cara B de la ‘cançó’
El triunfo de ‘Se’n va anar’ en el Festival de la Canción del Mediterráneo hace medio siglo supuso el primer gran trampolín mediático para la canción en catalán. La búsqueda de una vía comercial que nos conduce hasta el reciente triunfo de grupos como Man
En un artículo publicado en la revista Destino en el mes de septiembre de 1963, el escritor y pionero de Els Setze Jutges, Josep Maria Espinàs, celebra el triunfo de Se’n va anar en el Festival de la Canción del Mediterráneo. En aquel texto, titulado Los pasos de la canción en catalán, Espinàs realiza un primer balance de esta nueva melodía autóctona –todavía no se ha acuñado el término nova cançó– avalando un movimiento donde quepan todos “los estilos y tendencias”.
Se’n va anar, la canción ganadora en esta quinta edición del certamen y defendida por la extraña pareja formada por Raimon y Salomé, ejemplificaba ese deseo normalizador de una canción en catalán y comercial, en feliz convivencia con la llamada canción de autor.
Una vía posibilista en el franquismo que con el paso del tiempo quedará frustrada y relegada a cara B de la canción en catalán. La nova cançó acabará por identificarse casi en exclusividad con la canción de autor antifranquista. Aquella canción con cara i ulls promovidapor sus creadores. Una composición donde lírica y compromiso se dieran fraternalmente la mano dentro de un variado arco iris estético con propuestas que iban de Raimon a La Trinca, de Quico Pi de la Serra a María del Mar Bonet. Como cantante puente –o enlace– entre esas dos sensibilidades, la canción más engagée y la melodía tradicional, la aparición de un intérprete como Joan Manuel Serrat, que de entrada parecía estar más próximo de Aznavour que de Brassens. O de Adamo, a juicio de los directivos de la discográfica Edigsa que ven en él la versión catalana del romántico ídolo juvenil francófono.