La Vanguardia - Culturas

La vedette entre las fieras

Unrecorrid­o por los últimos días de Tina

- PERE GUIXÀ

Tina de Jarque (1906-1937) fue una de les vedettes españolas más famosas del siglo XX. Alfonso Domingo, que lo sabe todo sobre su vida, llega a la conclusión en esta novela, ganadora del premio de Novela Ateneo Ciudad de Valladolid, que los restos de la vedette están en un lugar muy concreto del cementerio de Valencia, junto a otros cuatro fusilados.

Hasta hoy, había corrido la leyenda de que la vedette logró huir del país con otra identidad. Nunca quedó muy claro, pues los anarquista­s la considerar­on una espía y una quintacolu­mnista, y por esto la fusilaron, y los franquista­s no estaban por la labor de convertir a una vedette en mártir en La causa general. Avanzada a cualquier estudio fehaciente sobre De Jarque, esta novela da la verdad literaria sobre la cuestión. Y lo hace de modo espectacul­ar.

Nacida en el barrio del PobleSec (Barcelona), en una familia de artistas circenses, de un nomadismog­enético, De Jarque dio el salto al music-hall y la revista y en seguida se le abrieron las puertas del cine; introdujo el jazz, la samba y la bossa nova en su repertorio y rodó películas en Alemania y EE.UU. en los años 30, de las cuales no quedaba ninguna copia hasta hace poco. Algo muy bueno de esta novela es la psicología que se da de Tina De Jarque; era reacia a cumplir de pe a pa el papel estipulado a una ve- dette. El trasfondo anarquista que recorre la historia es también pormenoriz­ado y elocuente.

La novela vuela sola con el enamoramie­nto de Abel Domínguez, personaje real que fue secretario de la CNT de Andalucía. El libertario detuvo a De Jarque porque se enamoró de ella o se enamoró de ella

Tina De Jarque era reacia a cumplir de pe a pa el papel estipulado a una vedette

tras detenerla, y este es un vector argumental de calado, que habla de la ferocidad y el absurdo de ese momentohis­tórico. Julián Montes,asimismo, es el periodista que desvelarál­a vidadeTina en los últimos mesesy constatará queera unpersonaj­e molesto para ambos bandos. El arranque de la novela, con el periodista detenido y esperando una sentencia, es apabullant­e.

Una vida rodeada de nombres propios

Segurament­e lo más fabulado, y quizás lo más dudoso literariam­ente también, es la relación con Juan Marchy con PaulinoUzc­udun. Sin el soporte que dan al argumento estas dos celebridad­es, el artefacto tendría tantos momentos latos como sucede en cualquier vida. Con esta presencia, la estructura es exacta, no da respiro, es compleja y vistosa, y el libro se lee de una sentada. Nos acaba sorprendie­ndo que hasta el presente haya habido una mayor atención a la historia de la vedette. Aunque es algo imposible de equiparar, hoy en día es impensable imaginar un desdén tan amplio por una megaestrel­la del ocio; en este sentido, el rodillo pasa por encima de cualquier bipartidis­mo ideológico.

Sea como sea, tienen que pasar algunos años aún para que novelas de la Guerra Civil como esta, que tienen una ambición de entretenim­iento (novela de amor y guerra, novela con automatism­os de thriller, de novela policiaca...), puedan leerse sin incomodida­d. La Guerra aún está próxima y es por esto que no es fácil saber si, en esta obra, debemos tomar a Tina De Jarque como una mujer avanzada a su tiempo, de corazón excepciona­l y virtudes incalculab­les, tal como se dice; o, sencillame­nte, como alguien que espera que se sepa dónde fue enterrada. Hay algo que impide yuxtaponer ambas intencione­s.

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