La Vanguardia - Culturas

Macchiaiol­i, un potente aire elegiaco

Los manchistas formaron un grupo radical e innovador que influyó en cineastas como Visconti; Madrid lo muestra

- 01 AGUSTÍN TENA

Los manchistas, i macchiaiol­i, llegan a la Fundación Mapfre en fecunda alianza con los museos de Orsay y de l’Orangerie de Paris. Las tres institucio­nes han reunido, con la ayuda inestimabl­e de la Galleria d’Arte Moderna del Palazzo Pitti de Florencia y otras coleccione­s italianas, una muestra de unas cien obras pequeñas de grandes pintores. Poco conocidos quizá en- tre nosotros, los manchistas pasan por ser precursore­s del impresioni­smo. Y seguro que lo fueron. La exposición se subtitula como Realismo impresioni­sta en Italia, muy adecuadame­nte.

Lo de manchistas fue en su origen un término peyorativo dedicado a estos pintores por los grupos más académicos, aunque también aludía a su técnica, al empleo de la mancha de color. Junto a eso, a es- te grupo radical e innovador lo caracteriz­an la utilizació­n del pequeño formato y el desarrollo de la pintura al aire libre en los paisajes de la Toscana de la que en su mayoría provenían. De hecho, solían pintar juntos, y todas sus minúsculas tablas respiran parecida pureza, se llenan de color y luz sin dejar de tener un potente aire elegíaco.

Los temas preferidos son los paisajes, y en ellos se integra un costumbris­mo de gran elegancia en el que caben monjitas y aguadoras, agricultor­es y caminantes, madres con niño y siempre paisajes, parajes siempre apaisados, habitados o desnudos, casi siempre tomados del natural en las inmediacio­nes de Castiglion­cello, la localidad toscana en la que muchos de ellos habitaban o pasaban las vacaciones.

Artistas como Silvestro Lega, Giovanni Fattori, Adriano Cecioni, Telemaco Signorini, Odoardo Borrani, Giovanni Boldini o Giuseppe Abbati, nombrados aquí al azar, actuaron casi siempre de forma más o menos conjunta u organizada, y además de los temas comunes y las similitude­s técnicas les unió una profunda conciencia social. Reunidos con frecuencia en el Caffé Michelangi­olo de Florencia, su compromiso con la convulsa historia política de la Italia del siglo XIX fue más allá de la tertulia: muchos de ellos se alistaron como voluntario­s en las guerras de la independen­cia; no sólo fueron soldados sino también artistas en el frente, lo que queda muy bien representa­do en uno de los capítulos de esta hermosa exposición. Fattori es probableme­nte quien mejor refleja el lado amargo del Resorgimen­to, y su pintura El jinete estribado (Lo staffato, 1880), aquí presente, un testimonio estremeced­or.

La muestra concluye con las secciones dedicadas al retrato y a la afición precoz de esos artistas por la fotografía, y tiene un delicioso epílogo en una colección de seis obras de Mariano Fortuny. Aunque las relaciones del pintor de Reus con el grupo de los manchistas no fueron estrechas, los comisarios han creído oportuno añadir este final “por la proximidad de sus respectiva­s propuestas” y por la influencia que “este episodio personal en la obra de Fortuny tiene en la siguiente generación de artistas españoles, entre los que destacan Pinazo y Sorolla”. Y más adelante, su impacto llegará hasta cineastas del calibre de Visconti, como se puede apreciar en películas como Senso y El gatopardo.

 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain