Política y amistad
Política y amistad. De eso se trata, de lo difícil, tan difícil, que una de las dos no fagocite a la otra. México, hablando en ficción negra, es el de las novelas duras de Paco Ignacio Taibo, de Don Winslow y El poder del perro (y del tan grato descubrimiento: Los minutos negros de Martín Solares)
Pero tal vez sea este economista, analista político con importante trayectoria en prensa y que dirige un sitio digital (Sinembargo.mx) a quien mejor recurrir para obtener un curso intensivo y a la vez a largo plazo –se prometen nuevas entregas con los mismos cuatro protagonistas– de los hilos de poder. Y a través de capítulos sabiamente administrados (enumerados ahora de forma caótica): las tretas de un mano derecha del gobierno puesto a prueba por una vedette, las explosivas confesiones a una fiel costurera, los sanguinarios métodos de un cártel de la droga siempre omnipresente –el de Sinaloa–, las debilidades de un importante abogado penalista con influencias, los camareros pagados para oír y grabar conversaciones entre políticos, militares, policías y periodistas (uno de ellos sutilmente manipulado para soltar una bomba de tiempo), los hackers reclutados por inteligentes defensores de la democracia (aunque no se entienda bien qué están defendiendo). Y dejémoslo aquí, aunque hay mucho más y, según dice el autor, mucho más infame que en su ficción.
Jorge Zepeda Patterson (1952) ha publicado libros de análisis
político y por primera vez esta novela. Un inteligente sistema narrativo que va de lo particular a lo general. Desde la amistad y los sueños de esos cuatro chicos –Tomás, Mario, Jaime y Amelia– que, en el presente, han llegado a los cuarenta años con demasiados secretos y frustraciones, a las jugarretas de un gobierno electo no hace mucho. La realidad del país es la de México hoy, gobernado por un partido –el PRI– que ha regresado con bríos renovados. Aquella brava adolescente llamada Amelia, en tanto hoy jefa de la oposición, está decidida a frenar la escalada autoritaria de unos señores que entienden la política como un arma de creciente impunidad. Los cuatro amigos vuelven a reunirse para salvar a uno (y para salvarnos también, pobres de nosotros que creemos que México está muy lejos). Un libro muy bueno en el que este reputado periodista habla de la democracia, del estado de derecho y su futuro (o no futuro), y en donde la realidad es un cuerpo gelatinoso; como el de ese director que en dos minutos pasa de ser un cobarde al servicio del poder a un inspirado paladín de la verdad.