La Vanguardia - Culturas

El milagro de los cantos

Confucio alababa esta obra porque servía para la formación espiritual del hombre

- ADA CASTELLS

La pervivenci­a del Libro de los cantos hasta nuestros días se puede calificar de milagrosa. Sus orígenes orales se remontan a 2.500 años y han tenido que suceder muchas casualidad­es para que ahora podamos leer estos versos tan remotos en esta edición bilingüe chino-español. Durante la dinastía Zhou, esto quiere decir desde aproximada­mente el 1045 a.C., estos cantos se fijaron en forma de ideogramas en soportes de seda y bambú. Pero cuando llegó al poder la dinastía de los qing, hacia 221 a.C., con el famoso emperador del ejército de los soldados de terracota, los cantos fueron prohibidos por su aire confuciano. De hecho, ya se ve que enterrarse con esos aires de grandeza y leer a Confucio es incompatib­le. Entonces, con los qing, los ejemplares que corrían por la China fueron quemados. Si el libro sobrevivió fue gracias a la memoria de los que aún lo cantaban, una especie de precedente de lo que tantos siglos después se inventó Ray Bradbury con su novela Farenheit 451. El libro, por tanto, sobrevivió, y como la historia es pendular, al llegar el emperador Ping al poder, emprendió una política de subvencion­es para que se recuperara­n los cantos que aún corrían por las plazas durante las fiestas. Entonces se fijó la edición que aún circula, acompañada de considerab­les estudios críticos.

Para el sinólogo García-Noblejas el libro es la descripció­n del alma de un pueblo. Y advertimos que esta alma nos es servida de su cotidianid­ad más básica hasta sus anhelos más grandilocu­entes. En estos versos, encontramo­s retratados al pueblo y los gobernante­s, a quienes en todo momento se les exige que actúen virtuosame­nte, lo que nunca es sobrante. No deben acumular riquezas, deben ser ponderados, pacientes, justos, un buen modelo porque si no incluso la naturaleza actuará duramente contra el pueblo.

Confucio alababa esta obra porque servía para la formación espiritual del hombre y lo dotaba de una moral social, que no es poco. Lástima que a Confucio no le hacían mucho caso y el libro aún tuvo que esperar tres siglos para formar parte del corpus de los textos sagrados estipulado por el emperador Wu de la dinastía Han. Desde entonces es uno de los cinco libros fundamenta­les que durante siglos dictaminó las conductas morales y organizati­vas del Imperio del Centro. Al tratarse de uno de los textos más antiguos de la humanidad es una pieza destacada en toda biblioteca de clásicos, sobre todo, cuando nos damos cuenta, con estupor, que nos podemos reconocer en sus versos.

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GETTY Pintura de la época de la dinastía Qing
 ??  ?? Libro de los cantos Edición y traducción de Gabriel GarcíaNobl­ejas y presentaci­ón de Luis Alberto de Cuenca ALIANZA LITERARIA 376 PÁGINAS 20 EUROS
Libro de los cantos Edición y traducción de Gabriel GarcíaNobl­ejas y presentaci­ón de Luis Alberto de Cuenca ALIANZA LITERARIA 376 PÁGINAS 20 EUROS

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