La Vanguardia - Culturas

La fuerza del destino

-

Yo, en la mesita de noche, en vez de la Biblia de los Gedeones, tengo un libro de Thoreau. Me entra el remordimie­nto de conciencia por no apuntarme al gimnasio, pero agarro la estupenda edición de Un paseo invernal editada por Errata Naturae y leo al maestro, defensor del caminar: “Si de verdad queréis hacer ejercicio, id en busca de las fuentes de la vida. Qué ridículo resulta ese hombre con sus pesas arriba y abajo para tratar de mantenerse sano, mientras en las altas praderas la salud brota a borbotones allá donde a él no se le ocurre acercarse”. A falta de prados me voy a trotar a Mallorca. A la calle, claro, que tiene muchas estaciones literarias.

Tocando a la avinguda de Roma, está el edificio modernista de Salvat, actualment­e sede de Anaya. Debe ser la única editorial construida por el propio editor: en 1916 Pau Salvat, que era arquitecto, decidió impulsar la editorial familiar y diseñó él mismo el edificio, que tiene una de las biblioteca­s más señoriales de Barcelona. El año que viene se celebra su centenario: sugiero a los editores celebrarlo con un acto en tan magnífico lugar.

Mallorca adelante, topo con el Café Tolstói, uno de los pocos restaurant­es rusos de la ciudad. Me pone de buen humor el homenaje al gran autor de Guerra y paz que, al final de su vida, se decidió inequívoca­mente por la paz. Tolstói se inspiró en Thoreau, y Gandhi se inspiró en Tolstói… buena onda. Me cuelo de extranjis y me parece el comedor de los Tolstói en Yásnaia Poliana. El sitio parece muy elegante para mi bolsillo de periodista y yo de comida rusa solo conozco la ensaladill­a, así que continúo el paseo. En la calle Mallorca hay tres librerías muy importante­s: Aranzadi, especialis­ta en libros jurídicos, Kowasa en libro de fotografía y La Central. EDITORA EN DESTINO Entro en La Central y en la cafetería está tomando un rooibos mezclado, no agitado, la nueva editora de Destino, Anna Soldevila, que sustituye a Silvia Sesé como brazo derecho de Emili Rosales. Me cuenta que aquí está como en su casa. Doy fe: se encuentra amigos, saluda al personal… Y es que ella empezó trabajando en una librería, justamente en Áncora y Delfín, propiedad hasta su cierre de la familia fundadora de la editorial Destino. Al acabar la carrera decantó su interés hacia la gestión cultural del mundo del arte, pero no le gustó: “Soy una persona de remangarme, enérgica. Y me encontré con un ambiente acomodado, de dependenci­a de lo público… fue una decepción”. Pasó por el departamen­to de derechos de autor de Grup 62. En su primer día le dieron una lista para informar a los autores que había en el almacén un montón de libros suyos invendidos que iban a destruir y que, si querían ejemplares, pasaran a buscarlos. Los vio llegar arrastrand­o los pies: “Me topé con algunos de mis profesores de la facultad. Es la cara más triste de la edición”. Hizo un máster trabajando en la agencia literaria de Mónica Martín, de la que habla con admiración. No era su destino, pero –repite un par de veces con una sonrisa– “para crecer hay que ser ambicioso, no impaciente”. Pilar Beltrán la recuperó para Edicions 62 . En La Butxaca, y después en Austral, aprendió que la edición es una carrera de fondo. Le pregunto si tener que sustituir a la editora que trajo a Stieg Larsson le mete presión: “En realidad, todos los editores buscan eso. Pero hallarlo ha de ser una diversión no una angustia”. No cree en los fichajes de talonario: “para ser editor hay que ser valiente. Y no es más valiente el que más paga”. Nos despedimos y sube a la bicicleta. Si edita con la energía con la que pedalea, no le pueden ir mal las cosas.

 ??  ?? Anna Soldevila
Anna Soldevila
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain