Entre hombre y animal
Partiendo de la combinación y la contraposición de conceptos, tradiciones y naturalezas diferentes, Lautaro Saavedra, Lautaro (Barcelona, 1987), ha creado con sus esculturas unas figuras equilibradas que caminan firmes en busca de la perfección estética. “Siempre me han apasionado el arte egipcio y el griego, la creación de cuerpos perfectos”, comenta. Lautaro persigue el reflejo del cuerpo ideal como establecen los cánones clásicos, pero también invierte el equilibrio entre la fuerza animal y el pensamiento humano. En sus seres híbridos se combinan el cuerpo masculino y el femenino con cabezas animales y, contra lo que pueda esperarse, a menudo la razón o el comedimiento no proceden del hombre ni de la mujer: “Empecé con las figuras híbridas porque quería reflejar la idea de que los humanos nos estamos cargando el mundo, mientras que los animales procuran mantener un equilibrio natural precisamente porque se mueven por instinto, preservan el ecosistema”.
Sus individuos adquieren una evidencia de seres mitológicos, pero también reivindican un lugar concreto en este siglo XXI, son personajes extemporáneos que quieren hablar de nuestra era, como se demuestra en numerosos detalles del vestuario que lucen. Igualmente, recuperan algo de la atmósfera de las vanguardias de principios del siglo XX. De una unión tan imposible como la de épocas distantes surgen los guiños, la ironía o los lamentos que llenan de vida y de aliento a las esculturas.
Hijo de galerista y de escultora, además de hermano de pintora, Lautaro ha crecido en un entorno en el que “estar constantemente rodeado de belleza y de arte parecía lo normal”. Conoce bien el papel social del arte a lo largo de los siglos y reivindica determinados aspectos más propios del pasado, como la técnica de la cera perdida para la fundición de sus obras. Aunquetambién ha probado conmadera, mármol o resinas, de momento sólo el bronce le parece el material adecuado para sus seres híbridos, de los que realiza una única obra y destruye después el molde.
Sus pesquisas y su convivencia con la tradición artística tal vez sir-