Con un buen trago
La editorial Errata Naturae propone una mirada poliédrica a la serie televisiva ‘Mad men’ a cargo de distintos escritores entre los que se encuentra Enrique Vila-Matas o Jorge Carrión
( The unexpected). En el libro, Enrique nos cuenta lo que supuso para él descubrir la tele y en esa serie un personaje extraño que se introdujo en su casa, así como su inesperado diálogo con su televisor; y, de ahí, Enrique nos lleva a Mad men y de cómo esa serie lo reconcilió con el corazón invisible de todo relato; un Enrique que, a mí, me hubiese gustado verle charlar con Matthew Weiner y hablar entre ellos de Salinger, de Kubrick o del eclipse solar.
Junto a Enrique hay en el libro otros doce colaboradores españoles cuyas edades desconozco y que no hablan de ninguna tele infantil o adolescente vista en un “extravagante” paseo del General Mola, con un ser misterioso que se introduce en el piso familiar. Pero todos ellos son doctoras y doctores universitarios, sabios en televisión, en periodismo, en publicidad, en cine, en series televisivas, en cómics, en un sinfín de cosas, y que como sabios que son lo saben todo sobre Mad men.
¿2026, cuando renazca –ja, ja, ja– Hollywood? En 1959 yo no veía la tele, ni en 1965, cuando nació Matthew Weiner. Yo fui un niño y un adolescente de cine de barrio, que, por cosas de la edad, descubrí las piernas de las estrellas de Hollywood algo antes de que Enrique descubriese las piernas de Annie Girardot en Rocco y sus hermanos, en el hoy resucitado cine Texas de mi barrio y el suyo. Yo no he visto Mad men; no suelo ver la tele, tan sólo alguna que otra vieja peli cuando la dan, o me la pongo. Pero después de leer el libro de Errata Naturae, y en especial lo que cuenta Enrique y el creador de la serie sobre Peggi, la secretaria de la agencia de publicidad que no se casó, megustaría ver algún día esa serie. En el 2026, junto a John Ford y Ava Gardner, o junto a Fritz Lang y Bette Davis, en un círculo dantenso. Pero, eso sí, con un buen trago de Jameson. El whisky de James Joyce y el mío.