Más luz para el héroe
La epopeya más antigua de la humanidad: llega una nueva versión de las hazañas de Gilgamesh
El clásico de hoy es nuevo, aunque se trate de la epopeya más antigua de la humanidad. Fue fruto de las historias contadas en la Mesopotamia del segundo milenio antes de Cristo, pero es nuevo porque se trata de una traducción basada en la edición de Andrew R. George, publicada sólo hace doce años en la Universidad de Oxford. Esta edición añade 76 nuevos documentos a la de Thompson y llena lagunas textuales que ayudan a entender el poema. Los estudiosos conservan la esperanza de que aparezcan nuevos hallazgos que nos completen la hazaña del rey Gilgamesh.
El poema, que nos llega al castellano a partir del texto original en babilónico, está dividido en dos partes. En la primera, el protagonista se cree invencible y proclama que realizará las hazañas más magníficas, aunque para ello tenga que ser déspota con sus súbditos. Todo cambia en la segunda parte, cuando su compañero de aventuras, Enkidu, muere. En este punto es cuando Gilgamesh empieza a pensar que a él también le llegará el fin. Su problema es que, en lugar de conformarse y prepararse, se empeña en evitarlo. Con este objetivo el héroe visita a un personaje que le puede revelar el secreto de la vida eterna. No es como quien coge un autobús, sino que debe cruzar el océano donde se agitan las Aguas de la Muerte. Tiene que demostrar su ingenio y utiliza su ropa para que haga de vela de su embarcación. Llega y el personaje le cuenta la historia del Diluvio universal que nosotros conocemos a través de la Biblia. Este Noé mesopotámico no podrá solucionar el problema de Gilgamesh, que no logra estar una semana sin dormir, tal como le habían requerido. Al final Gilgamesh deberá superar el terror que siente por la muerte.
El poema se ha conservado gracias a que fue escrito en tablas de arcilla, pero algunas palabras han quedado borradas para siempre o hasta que no se encuentren nuevas bibliotecas enterradas. El llanto del héroe en la muerte del amigo es una lección de nuestras debilidades. Enkidu muere y Gilgamesh no lo puede entender, llora, se revela. Así es ahora, como 4.500 años atrás.