Palau toca el arpa
LA PRIMATÓLOGA JANE GOODALL se lo preguntaba en el abarrotado salón de actos de la Fundación RBA: “¿Si somos la especie más inteligente del planeta cómo es posible que lo estemos destruyendo?”. Iba a jubilarse después de décadas de trabajo en África, pero en vez de ponerse a tejer jerséis de punto para sus sobrinos decidió montar una peleona fundación conservacionista que lidera apasionaDamente a sus 84 años. Que ese fuese el último acto de como responsable de la Fundación RBA no deja de ser una metáfora: al día siguiente informaba que dejaba su puesto para arrancar un nuevo proyecto personal, una editorial centrada en las ciencias sociales y las humanidades que se va a llamar Arpa editores. Palau tiene en el mundo editorial más tiros pegados que una película de Tarantino: Grup 62, Destino, RBA… podría haberse dedicado a contemporizar a la espera de una plácida retirada y va y se lía a montar una editorial en tiempos revueltos. Se lo pregunto en cuanto consigo sentarlo en una terraza de la Calle Enric Granados. –¿Cómo te metes en este fregado, si tú ya habías hecho lo tuyo? –¡Es que yo no he hecho lo mío! Me da igual si suena cursi, pero yo soy un editor de vocación.
Se enciende una pipa despacio, sin descuidar el ritual: “Mi sueño siempre fue montar mi propia editorial y siempre me ha interesado el libro de no ficción. Porque el escritor no sólo está en la ficción, sino también en el campo del conocimiento. Hay ensayos que marcan tu vida”. Considera que en las ciencias sociales y las Humanidades los temas siguen siendo los mismos, pero ha cambiado la manera de afrontarlos: “Hay que cambiar la manera de editar. Hay que lograr que el autor español escriba menos académicamente para que lleguen a un público más amplio y animen a la gente a pensar. Tenemos un lector más fraccionado. Un libro de 600 páginas no tiene por qué ser más sólido que uno de 160”. Aspira a “tener una programación culta sin renunciar a lo comercial con un objetivo principal: el prestigio”.
SU FÓRMULA ALQUÍMICA es Prestigio = Calidad + Éxito (razonable). Recalca que el éxito nunca depende de una sola persona: “El éxito exige que el proceso se haga bien en su conjunto: la edición, la promoción, la distribución... Si una cosa he aprendido estos años es que hay que trabajar en equipo. Si he tenido algún acierto ha sido rodearme de gente que sabía más que yo”.
Este proyecto cuenta con un socio especial: su hijo Álvaro. Formado en París en Sciences Po (estudios de ciencias políticas que profundizan en las ciencias sociales), va a aportar una visión más joven y un conocimiento sólido de la materia (además de una estupenda agenda de contactos intelectuales en Francia).
En febrero arrancará con los primeros títulos, que de momento guarda bajo llave. Le pido, al menos, que me desvele por qué el nombre de Arpa Editores, aunque yo –cráneo privilegiado– ya lo intuyo: la vibración del elegante instrumento. Niega con ese gesto suyo de chico revoltoso: “Es la unión de mi apellido y el demi mujer: Arbizu y Palau”.
Habrá que ver cómo se recompone RBA, que en poco tiempo ha visto irse a dos de sus tres editores principales: Anik Lapointe (fichada por Salamandra) y ahora Joaquim Palau. Queda solo ante el peligro
un editor sensato que llegó desde Península para hacerse cargo fundamentalmente de Gredos. Me llega la gran apuesta del trimestre, con una gira promocional por España como la de los Rolling Stones: El abrazo infiel de Olvido Hormigos. Una música bastante distinta de la que propone Joaquim Palau: mientras en RBA Hormigos toca el bajo, Palau opta por el arpa.